Policía Local reforzará su presencia para evitar imprudencias ligadas al botellón

Se instalarán patrullas para prevenir comportamientos imprudentes de los chavales cuando bajan del Castillo o del Cerro de San Miguel

Los agentes desarrollan operativos especiales durante todo el año para evitar el asentamiento de grupos de jóvenes que se reúnen para beber

Los conductores se los cruzan en San Francisco o San Esteban, viéndose en algunas ocasiones forzados a esquivarlos o a pararse en medio de la vía

Policía Local reforzará su presencia para evitar imprudencias ligadas al botellón Las molestias van más allá de la suciedad. JAQ

La semana pasada, una menor resultaba herida leve tras sufrir un atropello en la calle San Francisco. El suceso tenía lugar a la altura de las escaleras de acceso al Cerro de San Miguel. La víctima formaba parte de un grupo de chavales que, en ese momento, cruzaba la calle procedente precisamente de las Eras de San Francisco. Se trataba de uno de tantos grupúsculos de jóvenes que, en la tarde-noche de los jueves, viernes y sábados, se reúnen para beber. No llegan a botellón, aseguran desde Policía Local, pero su presencia suele generar malestar entre los vecinos y más de un susto entre conductores.

San Francisco, Venerables, Vadillos, Las Murallas, San Esteban, los accesos al Castillo… son zonas habituales de reunión. Cargados con bolsas que contienen sus provisiones para la jornada, los chavales se van asentando en puntos estratégicos, poco transitados y oscuros. Las riadas cruzan calles y plazas, no siempre con la precaución aconsejada, pero sin generar mayores problemas. Sin embargo, cuando la confusión toma el mando, y el alcohol sube a la cabeza, se pueden observar algunos de esos comportamientos que molestan, como decíamos, a vecinos y conductores.

Las Murallas, los accesos al Castillo y Eras de San Francisco son sus lugares preferidos, aunque se mueven también por Vadillos y Venerables

Los que viven por estas zonas de la ciudad están hartos de la suciedad que dejan a su paso los chavales, y no estamos hablando solamente de bolsas, vasos de plástico o botellas tiradas en medio de la calle, como bien saben ustedes. Y ¿los conductores? En algunas ocasiones, estos tienen que esquivar a los osados jóvenes que cruzan San Francisco sin mirar, saltan de la ladera del Cerro de San Miguel a las Eras de San Francisco de manera inesperada, se expanden en la plaza de la Iglesia de San Esteban o, simplemente, paran a los vehículos para hacerles una monería.

Dispositivos policiales

Susto. Más de uno y más de dos. Precaución. Casi siempre la máxima entre los conductores habituales que ya saben de qué va la cosa. Los chavales. No siempre actúan de manera despreocupada, pero tampoco suelen ser todo lo precavidos que deberían. Así que Policía Local está muy alerta. Cuenta con dispositivos especiales, fundamentalmente los jueves y los viernes, que es cuando más movimiento se detecta, según explica el intendente jefe, Fernando Sedano. Y su principal objetivo no es otro que impedir los botellones, aunque también trabajan para ordenar los “movimientos” de los chavales y evitar esas molestias y esos sustos.

Las patrullas vigilarán que los movimientos de los chavales no generen situaciones de riesgo ni comportamientos impruedentes

Sedano recuerda que cuentan con un servicio de prevención del consumo de alcohol en la calle durante todo el año. En Burgos “no hay botellón” como tal, pero sí “grupúsculos” de jóvenes que se concentran en puntos aislados. Escogen preferentemente Las Murallas, las escalinatas de San Esteban, el acceso al Castillo y las Eras de San Francisco, y cuando ven aparece a las patrullas de Policía Local, se “mueven” hacia el Castillo o hacia Venerables y Vadillos. Y los agentes, con ellos. Hasta el 30 de noviembre, Policía Local ha realizado 631 controles, con 51 denuncias por consumo de alcohol en la vía pública, explica el intendente jefe.

El suceso del pasado sábado es un “hecho aislado”, insiste Sedano. Sin embargo, Policía Local va a reforzar su presencia en San Francisco, San Esteban, Vadillos y Venerables, a modo de “prevención”. Como en alguna ocasión anterior, los coches patrulla se instalarán con las luces encendidas para evitar comportamientos imprudentes de los jóvenes cuando se mueven de una zona a otra. Será sólo cuando haya grandes movimientos de grupos, no en los “goteos” de chavales, explica Sedano, porque tampoco lo consideran necesario, aunque sí que ayudará también a que los conductores vayan con más cuidado.