28-27. Victoria ribereña con susto final
El Villa de Aranda a punto está de ceder un empate tras desaprovechar una ventaja de siete goles, pero Rangel Luan detiene el último lanzamiento de Nadoveza
Los hombres de Jacobo Cuétara suman 17 puntos a falta de una jornada para el final de una histórica primera vuelta
Partido controlado que se descontroló al final. El Villa de Aranda sumó esta noche ante Anaitasuna una importante victoria en su lucha por ratificar su condición de equipo revelación tras sufrir más de la cuenta en los últimos minutos. El conjunto ribereño, que dominó el choque de principio a fin, a punto estuvo de llevarse un buen susto en los compases finales. La indolencia de los hombres de Cuétara, sumada a la postrera e impresionante reacción de los navarros, echó al traste una ventaja de siete goles. De hecho, Nadoveza pudo poner el empate en el último suspiro, pero Rangel Luan acabó erigiéndose héroe de la noche, deteniendo el lanzamiento por bajo.
Ficha Técnica
28 – Villa de Aranda (16+12): Rangel Luan(p), Part (-), Moyano (5, 1p), ‘Bicho’ (5), Megías (1), Revin (-), Oswaldo (7) -siete inicial- Canyigueral (-), Peciña (-), Javi Muñoz (6, 2p), Moreira (1), Perrella (-), Cakic (3), Pascual (-), Nebreda (-).
27 – Anaitasuna (11+16): Sergey Hernández (p), Gastón (1), Costoya (2), Chocarro (2), Ugarte (4), Da Silva (2) -siete inicial-; Lorger (p), Bazán (-), Garza (-), Etxeberría (-), Del Valle (4), Nadoveza (4, 1p), Goñi(2), Inestrosa (1), Castro (5).
Parciales: 3-2, 7-4, 10-7, 12-7, 13-9, 16-11 (descanso); 17-13, 20-14, 24-17, 26-20, 26-23, 28-27 (fin del partido)
Árbitros: Jorge y Jesús Escudero Santiuste (Colegio Cántabro). Excluyeron dos minutos a Revin por el Villa de Aranda y a Nadoveza, Etxeberría, Goñi y Garza por el Helvetia Anaitasuna.
Incidencias: Partido correspondiente a la décimo cuarta jornada de la Liga Asobal disputado en el pabellón Príncipe de Asturiaante unos 1.000 espectadores.
Buen arranque del Villa de Aranda, que cimentó su propuesta sobre la solidez defensiva. El 6:0 implantado por Cuétara, con Peciña en modo superlativo, anuló a las primeras de cambio la capacidad ofensiva del Anaitasuna, quizá demasiado intermitente en su juego posicional. Esa seguridad defensiva, sumada al recital que dio bajo palos Rangel Luan, con ocho paradas en la primera parte, permitió al conjunto amarillo coger pronto las primeras ventajas (6-1 en el minuto 8).
Un prematuro tiempo muerto de Apezetxea y un ligero ajuste defensivo hicieron que el equipo navarro pudiera recortar diferencias (8-6), pero la reacción duró apenas un suspiro. Lo que tardó el Villa de Aranda en acomodarse a la nueva situación. Fue entonces cuando los jugadores más determinantes del equipo ribereño asumieron los galones. Oswaldo empezó a percutir desde el lateral y ‘Bicho’ y Javi Muñoz hicieron lo propio desde los extremos, resolviendo a la perfección los ataques en estático y, sobre todo, los contragolpes.
Fruto de ese acierto, los hombres de Cuétara comenzaron a incrementar su renta de manera paulatina. Ni siquiera los cambios en defensa introducidos mediado el primer tiempo por Apezetxea, que impuso una mixta sobre Perrella, consiguieron contrarrestar la dinámica en la que parecen haberse instalado los ribereños esta temporada. Oswaldo puso la máxima ventaja para el villa de Aranda al filo del descanso (16-10), una diferencia que se vería reducida antes del sonido de la bocina.
Tras el paso por vestuarios, fue el Helvetia el encargado de poner el ritmo al encuentro. Una vertiginosa salida de los hombres de Apezetxea se tradujo en una reducción de la ventaja (16-13), lo que obligó a Cuétara a poner la cartulina del tiempo muerto sobre la mesa. La charla del técnico asturiano, unida a la exclusión de Goñi, permitió que el Villa de Aranda se zafara rápido de esa presión inicial y devolviera el marcador a los derroteros iniciales. De hecho, Moreira, que estuvo menos acertado de lo habitual, puso la máxima ventaja del encuentro para el conjunto ribereño al filo del minuto 40 (20-13). Ese fue sin duda el mejor momento del Villa de Aranda, que se encomendó a la eficacia de Javi Muñoz -qué temporada está firmando- y de Oswaldo para mantener alto el listón.
Pero Anaitasuna no estaba muerto, ni tomando cañas. El equipo de Apezetxea se puso el mono de trabajo y en el último cuarto de hora hizo todo lo que no había hecho durante el resto del partido, anulando totalmente la capacidad ofensiva del Villa de Aranda, que a partir de entonces no dispuso ni siquiera de un lanzamiento cómodo. Esa situación, sumada a la falta de acierto en momentos puntuales hizo que el conjunto navarro se viniera arriba y firmara un parcial de 0-5 que puso muy en duda la victoria local. De hecho, Nadoveza pudo poner el empate en la última jugada después de que Oswaldo mandara un balón al palo segundo antes. Pero entonces apareció Rangel Luan para frenar el envite navarro y amarrar la victoria.
Casi sin tiempo para descansar, el Villa de Aranda visitará el próximo sábado la pista del BM Aragón, que continúa siendo farolillo rojo, con la intención de culminar una primera vuelta de ensueño. De momento, los ribereños suman 17 puntos y son sextos.