Atapuerca ayuda a identificar como único el esqueleto de la cara del Sapiens

Un grupo internacional de investigadores ha analizado la evolución de la cara humana a lo largo de 2 millones de años

El patrón de crecimiento del Homo sapiens en único, frente a un modelo primitivo que se da en otras especies

Se han estudiado diferentes fósiles, entre ellos los hallados en los yacimientos de la Sima de los Huesos y Gran Dolina

Atapuerca ayuda a identificar como único el esqueleto de la cara del Sapiens El cráneo número 6 de la Sima de los Huesos ha sido uno de los estudiados. Javier Trueba MSF

La evolución del esqueleto de la cara en el Homo Sapiens es única en el proceso de evolución del ser humano, frente al modelo primitivo detectado en Homo erectus o neandertales, según un estudio publicado hoy en la revista ‘Nature Communicatión’. Un equipo internacional de paleoantropólogos, con amplia representación de investigadores españoles, ha analizado la evolución de los esqueletos de la cara humana durante los últimos 2 millones de años, utilizando para ellos  fósiles de diferente procedencia, entre los que se encuentran algunos de los hallados en los Yacimientos de la Sierra de Atapuerca.

En el artículo, los investigadores concluyen que el patrón histológico que se observa en el Homo sapiens, con amplias áreas de reabsorción ósea en la superficie facial, es único. En cambio, el patrón del Homo erectus, de los neandertales y de los fósiles de la Sima de los Huesos en Atapuerca muestra que prácticamente solo hay depósito de hueso en la cara y la reabsorción no existe o es mínima. Únicamente en el caso de Homo antecessor de la Gran Dolina el modelo de crecimiento podría parecerse al moderno, pero solo se cuenta con un individuo, incompleto, en el que se pueda estudiar la cara.

El primer autor del trabajo es Rodrigo Lacruz, un español profesor en la Universidad de Nueva York, asegura que “este estudio muestra que fósiles neandertales descubiertos hace 90 años todavía nos permiten avanzar aspectos nuevos sobre la evolución humana”. Por su parte,  Juan Luis Arsuaga, uno de los participantes principales en el estudio y director científico del Museo de la Evolución Humana, insiste en que “se trata de un descubrimiento muy relevante porque confirma que la especie humana actual presenta muchas originalidades, rasgos únicos que no se encuentran en los neandertales y las demás especies”.

Método complicado

El método utilizado en este trabajo es  laborioso y consiste en examinar con el microscopio electrónico y confocal la superficie de los huesos de la cara de individuos en proceso de desarrollo, para distinguir así las áreas en las que se está depositando hueso de otras en las que se está reabsorbiendo el hueso. Durante el desarrollo facial, los huesos de la cara crecen principalmente en las áreas donde se produce depósito de hueso. En zonas donde predomina reabsorción, el crecimiento es mucho más limitado.

Esa diferencia en la dinámica de estos procesos hace que la cara humana moderna tenga relieve, que esté “esculpida”, con pómulos salientes, por ejemplo, y que sea vertical en vez de proyectarse hacia adelante en un morro. En los grandes simios, en cambio, solo hay deposición de hueso, y por eso toda la cara avanza durante el crecimiento.