La economía regional creció un 3,4 por ciento en el tercer trimestre

El Producto Interior Bruto (PIB) de Castilla y León creció un 3,4 por ciento en el tercer trimestre y acumula ya 2 años de tendencia positiva

Crecen en términos interanuales todos los sectores, a excepción de las actividades extractivas de materias primas

Es el mejor índice de los registrados desde que estallara la crisis

Buena tendencia. El Producto Interior Bruto (PIB) de Castilla y León registró un incremento interanual del 3,4 por ciento durante el tercer trimestre. De esta forma, la economía castellano y leonesa acumula ya ocho trimestres consecutivos de crecimiento y, además, se apunta el mejor índice de los registrados desde 2007, justo antes de estallar la crisis. Esa es sin duda la principal conclusión puesta sobre la mesa esta mañana por la consejera de Hacienda, Pilar del Olmo, que ha presentado en Burgos el informe sobre la contabilidad regional correspondiente a los meses de julio, agosto y septiembre, un periodo que tradicionalmente viene marcado por la mejora de los índices vinculados al sector servicios.

Es el mejor dato de la economía autonómica desde que estalló la crisis

De hecho, es este sector el que mejor comportamiento ha tenido, registrando un incremento del 3,7 por ciento de su actividad (un 3 por ciento en el segundo trimestre). Sin embargo, y a pesar de la importancia de esta cifra, lo realmente destacable en esta ocasión es que todos los sectores se apuntan un incremento de la actividad en términos interanuales, a excepción del subsector energético, lastrado por una reducción en la actividad extractiva de materias primas.

Así, el sector primario ha registrado un incremento del 2 por ciento (un punto más que en el segundo trimestre), mientras la industria ha mejorado su situación un 2,5 por ciento (un 3,2 por ciento en el segundo trimestre). En este caso concreto, la caída del subsector energético ha sido parcialmente compensada con el buen comportamiento de la producción industrial básica. Por su parte, la construcción se ha mantenido en los índices del segundo semestre y ha registrado un incremento del 2,9 por ciento interanual. 

Sin duda, ese buen comportamiento de la mayor parte de los sectores, que no sólo mantienen, sino que incrementan la tendencia acumulada desde hace dos años, se debe a un sensible aumento de la demanda exterior, que ha crecido un 1 por ciento (0,5 por ciento en el segundo semestre), lo que ha permitido compensar la pequeña desaceleración de la demanda interna (del 2,6 por ciento se ha pasado al 2,4 por ciento).

Buenas perspectivas

Con todos estos datos sobre la mesa, desde la Junta de Castilla y León se observa la situación global con buenas perspectivas. Y es que, aunque todavía hay “muchas incertidumbres” en torno a la capacidad de recuperación y es “muy difícil” plantear previsiones acertadas, lo cierto es que hay buenas “señales”. Buen ejemplo de ello es, según Del Olmo, el comportamiento que ha tenido en el tercer trimestre la demanda y adquisición de bienes de equipo, que se incrementó un 6 por ciento respecto a los datos registrados un año antes. Ese dato, que en sí mismo apenas aporta actividad, supone un auténtico punto de inflexión, ya que se trata en su mayor parte de inversiones en maquinaria que en teoría deberían dar resultados a largo plazo. Vamos, que las empresas están empezando por fin a invertir. 

Y todo ello con un objetivo concreto sobre la mesa: alimentar el “círculo virtuoso” y mejorar las cifras de empleo. Es simple. A mayor número de trabajadores, mayor consumo, y a mayor consumo, mayores oportunidades laborales. Lo que está claro es que Castilla y León está registrando un “crecimiento sostenido” y “muy superior” a la media de la Unión Europea, lo que permitirá, según del Olmo, avanzar en los objetivos de convergencia económica.