0-1. El Nàstic asalta el fortín de Anduva

El Mirandés cedió esta noche su primera derrota en casa de la temporada ante el Nàstic, que marcó su único gol en el descuento

El conjunto catalán impidió al Mirandés desarrollar su juego con comodidad y el conjunto rojillo pecó de falta de pegada

0-1. El Nàstic asalta el fortín de Anduva Álex García fue un fijo con Terrazas. LFP

El Mirandés cedió hoy la primera derrota de la temporada en Anduva ante un sólido Nàstic que supo leer a la perfección el partido para aguantar el empate hasta la recta final. Un gol en el descuento de Naranjo, que apenas unos minutos antes tuvo una ocasión clarísima, fue más que suficiente para matar el choque y, de paso, las ilusiones de la parroquia local, que acabó muy enfadada con el árbitro y la actitud del conjunto catalán.

Ficha Técnica

0 – CD Mirandés: Raúl; Galán, Álex Ortiz, Corral; Eguaras, Rúper, Néstor Salinas, Kijera; Sangalli (Abdón Prats, min.57), Lago Junior (Ion Vélez, min.70), Álex García.

1 – Gimnástic de Tarragona: Reina; Xisco Campos, Bouzón, P. Mari, Mossa; Rocha, Tejera (Emana, min.67), Xavi Mora; Rayco (Xisco Nadal, min.85), De Groot, Palanca (Naranjo, min.57).

Goles: 0-1, min.93: Naranjo.

Árbitro: Ais Reig (colegio Valenciano). Mostró tarjeta amarilla al jugador local Abdón Prats y a los visitantes Tejera, Xisco Campos y Naranja.

Incidencias: Partido correspondiente a la décimo quinta jornada de la Liga Adelante disputado en Anduva ante 3.192 espectadores.

Disputada primera parte, en la que unos y otros dejaron clara cuál iba a ser su propuesta. El Mirandés, fiel al estilo impuesto por Terrazas esta temporada, intentó -y consiguió- imponer su ritmo. Los rojillos manejaron el despliegue y el repliegue con cierta solvencia, pero en esta ocasión se encontraron con un rival que supo meter mano a su juego. El conjunto catalán, muy ordenado atrás, cerró bien todas sus filas y anuló buena parte de la capacidad ofensiva demostrada por el Mirandés en este primer tercio de competición. Prueba de ello es que los de Terrazas no fueron capaces de marcar por primera vez en mucho tiempo.

Eso sí, la falta de pólvora no empañó el hecho de que fuera el equipo de Anduva el dominador del juego en la primera parte. Pero claro, si no metes la pelotita en la red, de poco sirve que controles el partido. Ya en el primer minuto de juego, Álex García pudo abrir el marcador con un remate de cabeza muy forzado que se marchó alto. También lo intentaron en la primera parte Eguaras, Rúper y Galán, pero ni ellos ni Lago Junior, muy bien controlado durante todo el choque, fueron capaces de encontrar en camino del gol. Aún menos peligro generó el Nàstic en la primera mitad. Si acaso, una ocasión en el minuto 11 de Palanca, que pudo marcar el primero de la noche tras un error garrafal de Corral en el despeje.

Tras el paso por vestuarios, el guión del partido cambió poco. En todo caso, el Mirandés incrementó su dominio posicional sobre el equipo catalán, pero el resultado era el mismo. Las constantes internadas por las bandas de los hombres de Terrazas morían en la orilla sin remisión. Ni siquiera a balón parado -el Mirandés acabó el partido con 15 saques de esquina a favor por uno en contra- pudieron meter mano a la zaga visitante. Lago, Abdón Prats, que salió en la segunda parte, y Álex García se estrellaron una y otra vez contra el muro del Nàstic. Y en esto del fútbol, hay una máxima que a menudo se cumple. El que perdona la paga.

El conjunto catalán, que hizo todo lo posible por romper el ritmo de los rojillos, aguantó todo el choque con cierta solvencia y afrontó los últimos minutos con plenas opciones. En el 88, Naranjo pudo encarrilar el partido con un disparo que acabó sacando de la mismísima línea Álex Ortiz. Ese fue el primer lanzamiento entre los tres palos del Nàstic, pero no el último. El propio Naranjo encontraba el premio del gol en el descuento, culminando con un disparo cruzado un fantástico contragolpe del conjunto catalán. No hubo tiempo para más.