La Fundación Atapuerca inicia una búsqueda de nuevas vías de financiación
La Fundación Atapuerca abrirá una campaña de micropatrocinio para intentar conseguir financiación destinada a una de sus becas
También sondea la posibilidad de encontrar mecenas en Estados Unidos
El objetivo es atraer y conservar el talento investigador en España
La investigación y difusión científica son piezas fundamentales, como así lo son también la atracción y conservación del talento dentro de nuestras fronteras. Pero para eso, hace falta, entre otras coas, dinero. Por eso, la Fundación Atapuerca ha decidido buscar nuevas vías de financiación que permitan dotar de más fondos a un proyecto que, tal y como aseguran sus responsables, ha alcanzado una trascendencia internacional. Tomando como referencia esa situación, lo lógico, aseguran, es que la financiación también tuviera ese carácter internacional.
La campaña de micropatrocinio se llevará a cabo a través de la web de la Fundación
La campaña de micropatrocinio se llevará a cabo a través de la web de la Fundación
Según ha explicado esta mañana el secretario de la Fundación, José María Rodríguez-Ponga, la idea con la que se trabaja actualmente pasa por intentar explotar dos vías aún inexploradas: el micropatrocinio y las aportaciones particulares en el ámbito internacional, dos fórmulas que han demostrado su capacidad en diferentes ámbitos en los últimos años. De esta forma, en las próximas semanas se abrirá una campaña de micropatrocinio a través de la página web de la Fundación. El objetivo inicial es recaudar 18.000 euros para poder financiar así una de las becas investigadoras de la entidad.
Paralelamente, los responsables del proyecto Atapuerca continúan sondeando la posibilidad de establecer una red de organizaciones de su mismo calado que permita tender puentes con potenciales mecenas del otro lado del Atlántico. Y es que, el apoyo privado a proyectos de este tipo es una práctica habitual en Estados Unidos que se pretende aprovechar dada la relevancia que está obteniendo el proyecto Atapuerca. De Momento, Rodríguez-Ponga adelanta que ya se han iniciado conversaciones con la Fundación Amigos del Museo del Prado en esta materia.
Conservar talento
A través de la puesta en marcha de estas dos iniciativas, la Fundación Atapuerca pretende incrementar su volumen financiero para potenciar así su propio proyecto investigador. Y es que, aunque los yacimientos han despertado el interés de todo el mundo y se han convertido en una auténtica cantera de investigadores, la crisis, unida al complejo modelo de apoyo a la investigación implantado en España, están impidiendo “retener el talento”. Ya son varios los becarios de la Fundación que han tenido que hacer las maletas para desarrollar sus proyectos en instituciones extranjeras. Vamos, una fuga de cerebros en toda regla.
En este sentido, Eudald Carbonell, codirector de Atapauerca, insiste en la necesidad de potenciar también el ámbito post-doctoral y, de paso, atraer el talento extranjero. De esta forma, la Fundación concederá este próximo año un total de 8 becas investigadoras, la mitad de carácter pre-doctoral y la otra mitad post-doctoral. Esos becarios serán sin duda protagonistas de la próxima campaña de excavaciones, que, una vez superado el momento más crudo de la crisis, mantendrá su programación habitual de seis semanas en verano.
1,3 millones de euros
De todas estas cuestiones y muchas más se ha hablado esta mañana en la reunión del Patronato de la Fundación, que ha dado cuenta de un presupuesto para el próximo ejercicio de 1,3 millones de euros, de los que el 78 por ciento se destinan a la investigación y la difusión del conocimiento.
En este sentido, los responsables de la Fundación también han dado cuenta de las actividades desarrolladas durante los últimos meses, con una especial atención sobre el día a día del Centro de Arqueología Experimental (CAREX) y del Centro de Acceso a los Yacimientos (CAYAC), que este año han sido replanteados y están obteniendo una gran acogida por parte de los visitantes. También se valoran de manera muy positiva otros aspectos, como las colaboraciones con seis universidades españolas, el volumen de publicaciones generadas a raíz de las investigaciones de Atapuerca o los resultados del Museo de la Evolución Humana.