La Plataforma de la N-I vuelve a sacar sus cruces negras a la carretera
Alrededor de 150 personas han secundado la concentración convocada por la Plataforma de la N-I a raíz del último accidente mortal
El colectivo reclama compromisos en firme para la liberalización de la AP-1
Otra cruz negra en el arcén de la N-I. Alrededor de 150 personas se han dado cita este mediodía para reivindicar una vez más una solución a largo plazo para el corredor viario entre Burgos y Miranda. El fallecimiento de dos personas en la brutal colisión múltiple entre tres camiones y dos furgonetas registrada en Santa Olalla de Bureba el pasado viernes ha vuelto a movilizar a la Plataforma de la N-I, que en esta ocasión se ha visto mucho más arropada que en anteriores citas.
El ofrecimiento de varias empresas de autobuses ha generado un “efecto llamada”
El ofrecimiento de varias empresas de autobuses ha generado un “efecto llamada”
A ello ha ayudado sin duda el ofrecimiento de varias empresas de autobuses para disponer servicios de transporte gratuito al punto kilométrico 265, donde se produjo el último siniestro de gravedad. Un punto marcado en rojo por los usuarios habituales de la vía, que saben perfectamente el peligro que conlleva el cambio de rasante existente en la zona y cuya reforma, en teoría, está incluida en el proyecto de la variante de Monasterio de Rodilla. En este sentido, el portavoz de la plataforma, Rafael Solaguren, ha querido agradecer el ofrecimiento de las empresas, señalando que su apoyo ha supuesto un “efecto llamada” para congregar a “mucha más gente”.
Sea como fuere, y al margen de la presencia de un mayor o menor número de manifestantes, lo cierto es que el mensaje de Solaguren cambia poco o nada con el paso del tiempo. El corredor viario entre Burgos y Miranda necesita de una solución a largo plazo, y ésta, a su juicio, pasa ineludiblemente por la liberalización de la AP-1, un compromiso firmado por los diferentes partidos políticos pero que está plagado de “dudas”. “Todo” lo que está pasando “pone en duda” que la autopista se liberalice en 2018, -cuando finaliza su concesión-, ya que “se están haciendo mejoras millonarias y chapuceras en la N-I” y de momento no se ha comenzado a trabajar en las necesarias obras de adaptación de la AP-1 a la nueva situación, subraya Solaguren.
Exigencias
Visto este escenario, desde la plataforma insisten en que la administración “no se está tomando en serio” el problema de la N-I. Y mientras tanto sigue muriendo gente en accidentes que, llegado el caso, podrían haberse evitado. Por eso, el colectivo ha comenzado a movilizarse en busca del apoyo -que ya tienen- de los ayuntamientos de los municipios afectados por el corredor viario. A todos ellos se les está pidiendo que “insten” de manera particular y colectiva al próximo Gobierno a que ponga en marcha todos los proyectos necesarios para adaptar la autopista al fin de la concesión. De inicio, habrá que estudiar nuevos accesos y la posibilidad de un tercer carril, indica Solaguren.
Mientras tanto, la plataforma seguirá peleando por obtener respuesta a sus reivindicaciones en la propia carretera. Hoy, ha sido un portavoz de la Fundación Avata de Ayuda al Accidentado el encargado de clavar simbólicamente la cruz en el kilómetro 265. “Lamentablemente”, ha subrayado Solaguren, “no será la última”. Mañana podría ser otra persona la encargada de tal menester en otro punto.