Cien velitas, mil besos y toda una vida

Soriano con descendencia burgalesa, Mauro Bernardo reúne hoy en Espejón (Soria) a su familia para dar gracias por una vida llena de acontecimientos y vivencias

Cien velitas, mil besos y toda una vida Mauro Bernardo. BC

“Gracias a la vida, que me ha dado tanto; me dio dos luceros que cuando los abro, perfecto distingo lo negro del blanco y en el alto cielo su fondo estrellado…” Esta letra compuesta por la chilena Violeta Parra e interpretada por ella misma, Mercedes Sosa o María Dolores Pradera, resume en unas pocas palabras los sentimientos de gratitud por toda una vida. Vivir un siglo es un hito que no mucha gente alcanza, una historia que pocos pueden contar, como los familiares de Mauro Bernardo Gómez.

Este recio castellano nació el 22 de noviembre de 1915 en Espejón, provincia de Soria; hijo de Acisclo Bernardo, secretario del pueblo y de Bibiana Gómez. Parte de su familia reside en Burgos y la rama soriana y la burgalesa se unen para compartir un momento único, su cien cumpleaños. Es este especial aniversario, la familia de Mauro va a celebrar una misa de acción de gracias y a continuación en la Hermandad de Espejón, la Diputación de Soria y el Ayuntamiento de Espejón, le rendirán homenaje con motivo de su centésimo aniversario. Posteriormente la familia invitará a un vino español a todos los asistentes.

Mauro ha residido toda su vida en Espejón, salvo los años de la Guerra Civil, que estuvo en el frente, alistado en las fuerzas de la Legión. Agricultor y ganadero toda su larga vida, se casó con Dionisia Hernández, también de Espejón, con la que tuvo tres hijos, Victoria, Pablo y Claudio. Hoy, junto a sus hijos y su nuera María del Carmen Sastre, sus cinco nietos de sangre, cuatro políticos, ocho biznietos, su hermana Albina Bernardo y el resto de familiares y amigos, va a celebrar la mágica cifra de 100 años de vida, de historia, de trabajo, de sueños, de familia feliz y unida, que formó junto a Dionisia.

Hoy felicitamos a este valiente legionario que se empeñó en cumplir cien años y Dios le ha ayudado a conseguirlo, Muchas Felicidades Mauro. Termina Violeta Parra su ‘Gracias a la vida’ con estos versos: “…Gracias a la vida que me ha dado tanto; me ha dado la risa y me ha dado el llanto, así yo distingo dicha de quebranto. Los dos materiales que forman mi canto; y el canto de ustedes que es el mismo canto… y el canto de todos que es mi propio canto”.