La Junta limpia la zona afectada por el fuego de Cornudilla

SOMACYL inició en septiembre las labores para eliminar la biomasa, evitar plagas y facilitar la germinación natural

Los técnicos conservar árboles quemados para que actúen como atalayas y faciliten las “labores” de vigilancia de las rapaces

El incendio calcinó más de 200 hectáreas en los Montes Obarenes, afectando a Cornudilla, La Parte y Pino de Bureba

La Junta limpia la zona afectada por el fuego de Cornudilla Los trabajos empezaron en septiembre. BC

 La Junta de Castilla y León lleva a cabo, desde el pasado mes de septiembre, labores de limpieza de la zona afectada por el incendio de Cornudilla, que calcinaba el pasado verano más de 200 hectáreas de monte en el Parque Natural Montes Obarenes-San Zadornil. Según informan desde la Delegación Territorial, los trabajos se centran en una limpieza urgente de los restos vegetales que se quedaron tras el fuego, de cara a que la zona afectada puede comenzar su regeneración natural lo antes posible, evitando también la aparición de plagas.

Los técnicos explican que las tareas más complicadas son precisamente las relativas a extracción de árboles quemados, que deben eliminarse del área quemada cuanto antes, a fin de que  los mecanismos naturales de regeneración (germinación de las semillas o rebrotes) no encuentren impedimentos físicos. Lo deseable es que toda la biomasa quemada esté fuera del monte al llegar la primavera, si las condiciones meteorológicas lo permiten. Para entonces, el suelo removido por el arrastre de los árboles estaría listo para acoger con éxito la germinación de la semilla, aseguran.

Vista aérea del incendio de Cornudilla. BC

Vista aérea del incendio de Cornudilla. BC

Por el contrario, si las operaciones de saca se retrasasen, los pinos retirados se arrastrarían sobre zonas con semilla germinada , abortando de este modo su implantación natural. Además, en el caso de la encina y el quejigo, un retraso de estas características ocasionaría daños  a los brotes recién salidos con la maquinaria utilizada. Consciente de todos estos riesgos, la Junta Administrativa de Cornudilla solicitó a la Consejería de Fomento y Medio Ambiente la utilización de la Empresa Pública SOMACYL para que iniciara de inmediato las labores de extracción, con la dirección técnica del personal del Servicio Territorial de Medio Ambiente. 

Maquinaría moderna

En los trabajos de limpieza se está utilizando la tecnología más moderna en maquinaria. Para la extracción de la biomasa de encina y quejigo se está empleando una retroexcavadora de cadenas con un cabezal de corte tipo “cizalla” en las zonas de mayor pendiente y en las zonas sin limitaciones por pendiente una taladora de disco. Ambas van dejando la biomasa apilada en cordones para que un autocargador especial la recoja y la apile en las zonas acondicionadas para su astillado ‘in situ’, mediante una astilladora montada sobre camión. El pino se ha cortado con una procesadora y su saca se está realizando con un autocargador, apilando la madera en zonas habilitadas, en las que se produce la clasificación de productos y la medición de volúmenes cortados.

El fuego se originó, presuntamente, por la chispa de una motocicleta que circulaba por una pista forestal

En las operaciones de corta de pinar se están respetando, salteados en la superficie quemada, algunos árboles de entre 25 y 30 cm de diámetro de tronco, que aunque quemados y muertos pueden servir de atalayas o posaderos para que las rapaces diurnas y nocturnas puedan controlar eficazmente posibles plagas de roedores favorecidas para la drástica modificación de las condiciones naturales del medio. Estos árboles seleccionados se cortan a unos 4 metros de altura y quedan en pie. Del mismo modo, los árboles aislados que no se han quemado y mantienen la copa verde se conservan por su importante papel como fuentes semilleras.

Un fuego importante

El incendio de Cornudilla se declaraba el pasado 19 de julio, provocado por la chispa de una motocicleta sin homologación cuando esta circulaba por una pista forestal. Afectó especialmente al monte de utilidad pública conocido como ‘La Sierra’, en Cornudilla, pero también a zonas de Pino de Bureba y La Parte de Bureba. El fuego se llevaba por delante más de 200 hectáreas de pino adulto resinero, con mezcla de quejigo y encima, calcinándose alrededor del 75 por ciento de la zona en la que se produjo. Quedaba extinguido el 24 de julio.