Millones de recuerdos de colores

Miles de burgaleses acuden al Cementerio de San José para honrar a sus difuntos en el día de Todos los Santos

Las flores inundan de color el Camposanto como muestra de agradecimiento por lo compartido en vida

Millones de recuerdos de colores Millones de flores se han depositado sobre las tumbas de los difuntos. IAC

Como cada año, el Cementerio de San José se convierte en el epicentro de la ciudad con motivo de la festividad de Todos los Santos. Miles de burgaleses repiten la sana costumbre de acudir en familia a honrar a sus difuntos, arropados por ramos, centros, coronas y todo aquello que pueda portar una flor.

Es como si el color sirviese de recuerdo del ser querido. Cada uno elije el suyo y algunos los quieren todos. El Camposanto cobra un bullicio especial un día como el de Todos los Santos y hasta el sol parece querer agradecer el esfuerzo de muchos en una jornada para recordar el pasado.

Gema Conde depositó la corona municipal sobre la lápida de Rafael Calleja. IAC

Gema Conde depositó la corona municipal sobre la lápida de Rafael Calleja. IAC

A la perpetua cita no ha faltado la representación municipal. Gema Conde, portavoz del Equipo de Gobierno, ha excusado la ausencia del alcalde, Javier Lacalle, que es quien se esperaba que acudiese a la misa de las 12.00 horas que ha ofrecido Francisco Gil Hellín, antes arzobispo de la ciudad y ahora administrador apostólico hasta la llegada de Fidel Herráez como nuevo líder de la Iglesia en Burgos.

Al aire libre, algunos feligreses han recibido la Eucaristía, mientras otros continuaban su trasiego en busca de las lápidas que contienen los restos de sus difuntos. Minutos antes del acto central de la jornada, Gema Conde ha depositado, en nombre del Ayuntamiento, una corona de flores en la tumba de Rafael Calleja, autor del himno a Burgos.

Superado el mediodía y bajo una agradable temperatura al sol, la mayoría de los visitantes han copado la arteria principal del Cementerio de San José, que terminará la jornada adornado en cada rincón, siendo los millones de flores que descansan junto a los difuntos el mejor complemento a los estilizados cipreses que velan por los difuntos.