La Junta prueba un método inocuo para acabar con la oruga procesionaria del pino
Se trata de un tratamiento experimental basado en la inyección de veneno inocuo para el árbol en el tronco del pino
Esta técnica se empleará en un total de 400 pinos de la zona de Fuentes Blancas y las laderas traseras del Castillo
La endoterapia permite acabar con la procesionaria sin que el uso del entorno se vea limitado para las personas
La Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León practicará a lo largo de los próximos diez días, el tratamiento contra la oruga procesionaria del pino mediante endoterapia. La plaga de esta oruga en la capital no supera el nivel 1, grado más bajo, sin embargo, la utilización de la endoterapia podría paliar los efectos de defoliación que produce la oruga, que teje un nido para protegerse del frío.
Lo más positivo de la endoterapia reside en su nula afección sobre el entorno o las personas que la utilizan. Precisamente, es esta característica la que ha llevado a los servicios medioambientales a elegir este método para aplicar en Fuentes Blancas, por ser un área de recreo de uso diario, y la ladera trasera del Castillo, por estar próxima a la población.
De esa forma, técnicos medioambientales han iniciado hoy su aplicación en la base del tronco, realizando perforaciones con un taladro. Cada 30 centímetros se inyecta el producto, que acaba circulando por todo el árbol cuando entra en el flujo de la sabia. Finalmente, llegará de este modo hasta la hoja que se comerá la oruga, lo que matará a la procesionaria del pino.
Este tratamiento se complementa con otras prácticas, comenta José Ignacio Pardo, jefe de sección de Protección de la Naturaleza, como la instalación de cajas-nido que favorezca la proliferación de aves insectívoras o la colocación de feromonas que atraen a los machos y reducen la reproducción.
Orientado a particulares
Aunque esta práctica será probada esta campaña por la Junta de Castilla y León, sus características la dirigen más al uso de particulares en zonas pequeñas. La prevalencia de los efectos de la endoterapia alcanza los dos años, por eso es más rentable que la fumigación que debe realizarse anualmente.