Las BRIF recurren al mediador SIMA como último recurso frente a Tragsa
La empresa no tiene intención de seguir negociando por lo que se debe buscar un acuerdo “de mínimos” para cerrar el conflicto
Nieto aventura que podría haber confluencia en las reivindicaciones salariales y en el programa de 2ª actividad
El gran escollo es el reconocimiento como bomberos forestales, pero se trata de un asunto más político que laboral
La Brigadas de Refuerzo contra Incendios Forestales (BRIF) cumplen este sábado su 90 jornada de huelga indefinida, y lo hacen sabiendo que Tragsa ya no tiene intención de continuar con las negociaciones. Jorge Nieto, representante del comité negociador, reconoce que bastante tiene la empresa con gestionar el ERE que afecta a más de 1.600 trabajadores, como para preocuparse por los 545 que componen las 10 BRIF que el Ministerio de Medio Ambiente (MAGRAMA) tiene repartidas por el territorio nacional. Por ese motivo, los sindicatos han acudido al SIMA.
El Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje, creado por CC.OO, UGT, CEPYME y CEOE, será el encargado de intentar encontrar una solución a este conflicto, entre laboral y político. El objetivo es concertar una reunión en la que Tragsa y los trabajadores expongan sus puntos de vista y planteen sus ofertas y/o reivindicaciones, y que el mediador prepare un acuerdo “de mínimos”. Nieto asegura que es el único recurso que les queda ahora que la empresa no va a presentar más ofertas de tipo económico, ni se va a volver a sentar a la mesa.
Si Tragsa no quiere seguir negociando es muy posible que se desconvoque la huelga indefinida
Con esa propuesta de mínimos, el comité acudirá a las bases, que son las que han estado tomando las decisiones durante todo este tiempo, recuerda Nieto. Si les parece acertado el acuerdo, se firmará. De lo contrario, se rechazará y se continuará con la protesta. Sin embargo, el representante sindical avanza que es muy probable que, con independencia de lo que se decida, se suspenda la huelga indefinida. Y es que no tiene sentido continuarla si la empresa no piensa negociar y si, además, el principal escollo del acuerdo va a ser de carácter político, no laboral.
Categoría profesional
Nieto se refiere al reconocimiento de los brigadistas como bomberos forestales, un cambio de categoría que Tragsa no está dispuesta a asumir, por presiones de la patronal del sector y de algunas comunidades autónomas. El tema de la creación de una 2ª actividad está totalmente encauzado, con la propuesta de habilitar 50 puestos de auxiliar de apoyo logístico de aquí a cuatro años, comenzando por dos puestos por cada una de las 10 BRIF en 2016. Y las reivindicaciones salariales también podrían concluir con acuerdo, tras la última propuesta de Tragsa de incrementar un 10 por ciento las retribuciones.
Además, los sindicatos aprovecharán esa reunión con SIMA (cuya fecha aún no está cerrada) para plantear otras pequeñas reivindicaciones que servirían para “mejorar” el acuerdo de mínimos. Entre ellas, recuerda Nieto, que los días festivos se compensen con dos días libres o que se les permita contar con más vacaciones al no poder disfrutarlas en verano. El comité de negociación “va a intentar hacer el mejor acuerdo posible”, asegura Nieto, y luego la decisión quedará supeditada a lo que digan las bases, como desde el principio.
Las movilizaciones han conseguido dar visibilidad a las brigadas forestales
Así las cosas, el representante sindical no descarta que se pueda llegar a un acuerdo con Tragsa en la parte social y en la 2ª actividad, quedando solo pendiente la categoría profesional. Una reivindicación esta que deberían seguir realizando, pero en ámbitos políticos, lo que llevaría a paralizar las movilizaciones laborales. Jorge Nieto insiste en que no van a dejar de pedir que se les reconozca como lo que son, bomberos forestales, pero el conflicto va mucho más allá de Tragsa, así que las medidas de presión también se tendrán que modificar.
Mucho cariño
Lo que sí tienen claro en las BRIF es que las movilizaciones han conseguido dar visibilidad a las brigadas forestales, como se ha puesto de manifiesto en la reciente marcha a Madrid. Muchos de los ciudadanos con los que se han cruzado conocían sus reivindicaciones y las apoyaban, y otros se interesaban por su trabajo. Se ha recibido mucho cariño de la gente, reconoce Nieto, y eso es muy positivo, porque servirá también para presionar política y empresarialmente. Además, la marcha ha demostrado que el colectivo está unido y tiene fuerza, asegura el representante sindical.