El Consorcio del Aeropuerto sigue con vida, al menos por el momento

Se elaborará un pliego de condiciones para un nuevo operativo de vuelos con una ruta regular a Barcelona y vuelos estivales

El PSOE exige que el concurso cuente con un presupuesto mínimo de 1 millón de euros, si no es así votará en contra

Imagina se opone a subvencionar vuelos y apuesta por otras alternativas de negocio y C’s insiste en que falta un plan estratégico

Diputación se mantiene en el Consorcio, pero no aportará más de 150.000 euros y se reserva plantear su disolución en dos años

El Consorcio del Aeropuerto sigue con vida, al menos por el momento Del aeropuerto no despegan vuelos comerciales. GIT

El Consorcio para la Promoción del Aeropuerto de Burgos aún respira, aunque se puede decir que no sabemos por cuanto tiempo. Tras una reunión de casi dos horas y media de duración, los miembros del consejo de administración han decidido proceder a la elaboración de las bases para sacar a concurso una nueva operativa de vuelos de cara al próximo año. Sin embargo, antes de tomar esta decisión, que sólo ha contado con el apoyo total de PP y C’s (porque PSOE se ha abstenido e Imagina ha votado en contra), se ha tenido que convencer a una Diputación que venía más dispuesta a suprimir el Consorcio que a otra cosa.

Borja Suárez ya ponía en duda el pasado mes de septiembre que la Institución Provincial se fuese a mantenerse como miembro del Consorcio, sobre todo si se requería incrementar la aportación anual de 150.000 euros, como proponía PSOE. Días más tarde, el portavoz provincial reconocía que se le iba a dar “una oportunidad” al órgano de promoción, sin embargo Suárez ha vuelto a insistir esta mañana en que lo importante es el compromiso institucional con el Aeropuerto, no la fórmula que se escoja para gestionarlo. El mantenimiento del Consorcio, como tal, es “circunstancial”, ha insistido.

Suárez ve inasumible para la Diputación incrementar hasta los 600.000 euros su aportación

Aún así, y como no existe una alternativa, la Diputación continuarán dentro del órgano, pero no descarta que pueda plantear en el futuro su disolución. Suárez marca un plazo de dos ejercicios, hasta 2017, para valorar el resultado de la nueva estrategia que se quiere aplicar en el Aeropuerto y, si pasado ese tiempo, se demostrase que la infraestructura sigue sin ser sostenible ni viable de manera autónoma, y que los beneficios de retorno no son los suficientes, la Diputación propondría la disolución del Consorcio, y que AENA decida si quiere cerrar o no el aeropuerto, ha afirmado el portavoz.

Y muy claro tienen también en la Institución Provincial que no van a aportar más de 150.000 euros al año, porque consideran que la cantidad es “suficiente”. “Hay vida más allá” de la subvención de vuelos comerciales, ha recordado Suárez, y el Consorcio debe explorarla, porque son apuestas de negocio que no requieren de una (gran) inversión institucional. Además, el portavoz considera que realizar una aportación de 500.000 o 600.000 euros, como plantea el PSOE, “no es abordable” para la Diputación, que tiene otras prioridades en la provincia.

Un nuevo concurso

Es esta última cuestión la que puede generar más problemas a la hora de aprobar el nuevo concurso para el operativo de vuelos de 2016. Los técnicos municipales y provinciales trabajarán en la elaboración del pliego de condiciones, que se presentará en el plazo de diez días a los miembros del Consorcio. La base del mismo es la propuesta realizada por el PSOE, aunque con modificaciones. Se buscará contratar un operativo con una línea regular a Barcelona (con 4 ó 5 frecuencias semanales), más vuelos estivales a Baleares y, como complemento, algún destino Europeo.

El PP plantea un concurso con 700.000 euros de presupuesto, utilizando un remanente de 200.000 euros

Aunque el PSOE está de acuerdo con el planteamiento, ya han avisado que no van a dar el visto bueno al pliego de condiciones si no recoge un presupuesto mínimo de 1 millón de euros, dado que ninguna de las compañías sondeadas estarían dispuestas a volar por menos de ese dinero. No aceptan la propuesta del alcalde, Javier Lacalle, de destinar 700.000 euros, sumando las aportaciones de Diputación y Ayuntamiento de los años 2015 y 2016 (300.000 euros por año) y el remanente de 200.000 euros, con el que se cuenta actualmente en el Consorcio.

Y es que no sólo sería una cantidad insuficiente para atraer ofertas sino que, además, impediría realizar un contrato por más de un año, porque llegados a 2017 sólo se dispondría de las aportaciones de la dos administraciones (300.000 euros por año y 600.000 euros por dos años). Y como el Partido Popular en el Ayuntamiento tampoco parece dispuesto a incrementar esa aportación anual de 150.000 euros, casi seguro que el PSOE vote en contra del nuevo pliego de condiciones. Eso sí, saldría adelante dada la mayoría de la que dispone el PP (4 representantes), con independencia de lo que hagan el resto de grupos.

Diferentes alternativas

Imagina ya ha asegurando que votará en contra del pliego, como lo ha hecho esta mañana en la decisión de sacar un nuevo concurso, porque están en contra de subvencionar vuelos comerciales. Para Javier Gil, la decisión tomada esta mañana sólo supone que Aeropuerto y Consorcio “sigan agonizando”, porque “nada garantiza” que vaya a llegar un momento en el que la infraestructura deje de ser mantenida “de manera artificial”. Da lo mismo que se aporten 150.000 euros al año que 600.000 euros, en todos los casos son aportaciones “a fondo perdido”, ha insistido.

Imagina insiste en que el Consorcio “sigue agonizando” y C’s recuerda que existen otras alternativas de negocio para explorar

Gil ha recordado que el hecho de que estén en contra de las subvenciones no quiere decir que apuesten por cerrar el Aeropuerto o suprimir el Consorcio. Existen otras alternativas de negocio que deberían explorarse, y para las que sí estarían dispuestos a realizar una aportación económica de Diputación o Ayuntamiento. Mientras, desde Ciudadanos también coinciden con el PSOE en que sería necesario, como mínimo, destinar 1 millón de euros a un nuevo operativo. “No creemos que haya una cifra mágica”, reconoce Vicente Marañón, pero las empresas no están dispuestas a volar por menos dinero.

De todos modos, Marañón ha insistido en que el principal problema del Consorcio es que falta un plan estratégico que marque objetivos. “La promoción consiste en hacer ciudad”, ha asegurado, así que toca también explorar otras líneas de negocio (industria y logística, por ejemplo), dado que los vuelos comerciales en Burgos siempre van a ser escasos. Y todo este tipo de cuestiones deberían aclararse, a juicio de Marañón, antes de decidir si se contrata a un nuevo gerente.

Un asunto que, además, jurídicamente tampoco está claro, dado que los estatutos del Consorcio sólo permiten que el gerente sea un funcionario de Ayuntamiento o Diputación, una vez se ha cesado a María Jesús Lope, para la que existía una excepción.