Turismo podría integrarse en una nueva área de empleo y promoción industrial

Los grupos valoran crear un área que englobe empleo y desarrollo económico, con la propuesta del PSOE de sumar turismo

Blasco reconoce que no es “descabellado” pero si más “complejo” porque obligaría a modificar los estatutos del IMC

La Relación de Puestos de Trabajo 2016 deberá también negociarse para incluir los cambios administrativos acordados

En el primer pleno ordinario del nuevo mandato, la corporación municipal tomaba la decisión de crear un servicio municipal de empleo. Partido Popular, Imagina y Silvia Álvarez de Eulate apoyaban la proposición presentada por el PSOE, mientras que Ciudadanos se abstenía ante la intención de los socialistas de vincular el servicio al edificio remodelado de la antigua estación del tren. Ahora, para materializar el acuerdo, toca ponerse a trabajar en una reorganización administrativa de los servicios municipales, que obligará también a reformar la Relación de Puestos de Trabajo de cara al próximo ejercicio.

La concejal de Personal, Carolina Blasco, ha recordado que son varias las decisiones tomadas en los últimos meses que van a obligar a modificar esa RPT, comenzando por la eliminación de la Gerencia de Fomento. Las competencias de este órgano pasarán a formar parte de una o varias áreas municipales, lo que forzará la reubicación de funcionarios, empleados públicos y técnicos. Cuestión meramente administrativa, insiste Blasco, después de que las funciones que realizaba en el anterior mandato el concejal de Fomento ya se hayan redistribuido entre Ana Bernabé (Urbanismo) y Jorge Berzosa (Infraestructuras).

Crear un nuevo servicio forzaría a reubicar personal pero no ampliaría plantilla ni incrementaría presupuesto

Una situación similar se generará en el momento en el que se concrete la creación de ese servicio municipal de empleo, que se está negociando entre el Equipo de Gobierno y los grupos de la oposición. La concejal explica que se está valorando crear una sección o un servicio nuevo que englobe empleo, desarrollo económico y promoción industrial, e incluso, si se acepta la propuesta del PSOE, también turismo, que dejaría de pertenecer al Instituto Municipal de Cultural (IMC). Esta última cuestión sería la parte más “compleja” de la reorganización municipal.

Y es que, si bien no es “descabellado” porque otros ayuntamientos ya lo hacen, obliga a cambiar los estatutos del IMC. “Tiene que ser por consenso”, insiste Blasco, sobre todo porque esa reorganización de las competencias en turismo no es un mero “trasvase” de personal. Sí lo es la creación un área específica de empleo y desarrollo industrial, que se pondría en marcha sin incrementar presupuesto ni plantilla, pasando profesionales de otras áreas municipales a la nueva. En concreto, tendría que contarse con un técnico de la Administración General y técnicos de comercio, promoción de empleo o desarrollo industrial.

Administración paralela

Todos estos asuntos se analizarán en futuras negociaciones tanto con los grupos municipales como con los representantes de los trabajadores, funcionarios y empleados públicos, dado que les afecta directamente a ellos. Y mientras, los políticos continúan valorando qué hacer con la “administración paralela”. Qué va a ocurrir con la Fundación Proyecta Burgos, el Plan Estratégico, Parkmusa, la Oficina de Captación de Congresos e, incluso, el IMC. Son decisiones políticas, que aún no se han tomado, recuerda la también concejal de Promoción Industrial.

Blasco asegura que la promoción industrial se ha realizado “de manera austera”

Para Blasco, el trabajo que se ha realizado en los últimos años en materia de promoción industrial ha sido “austero” y “consensuado”. En la Fundación Proyecta Burgos, mientras el Ayuntamiento aportó 8.000 euros en 2014, empresas y colectivos empresariales participantes apartaron 70.000 euros, recuerda la concejal. “Son cifras a valorar”. Además, la promoción industrial se ha realizado también a través del Plan Estratégico, la Cámara, FAE y el CEEI e, incluso, el Consorcio de Villalonquéjar. “Los recursos de los ciudadanos han sido mínimos”, insiste Carolina Blasco.