Sanitarios y docentes, los primeros que “deben” vacunarse contra la gripe
Los neumólogos piden a los considerados grupos de riesgo y a los que estén en contacto con ellos que se vacunen
La gripe mata cada año a entre 1.000 y 4.000 personas en toda España
Se han demostrado los beneficios de la vacunación. BC
Se acerca la campaña de vacunación contra la gripe (20 de octubre) y los sanitarios ya comienzan a lanzar mensajes para que cada ciudadano acuda a su centro de salud para vacunarse de una enfermedad que tiene una mortalidad mayor de lo que se cree. En concreto, la gripe mata cada año en España a 1.000 personas, cuando la afección es mínima, y 4.000 cuando la cepa es más agresiva.
Los niños están dentro del grupo de riesgo y son los que más transmiten la enfermedad
Los jefes del Servicio de Neumología, Ana Pueyo y Luis Rodríguez, inciden en la importancia de vacunarse, especialmente en los considerados grupos de riesgo. Dentro de esta calificación se encuentran aquellas personas con enfermedades respiratorias o crónicas, las mujeres embarazadas, los mayores de 65 años, incluso los niños, quienes, además, son los que más contagian la gripe.
En ese sentido, el neumólogo Luis Rodríguez ha pedido a los profesores que se vacunen, por estar en contacto con un amplio número de niños, que son uno de los colectivos más delicados. Rodríguez no se ha olvidado de su propio gremio, los sanitarios, que tiene que ser especialmente cauteloso con su salud para no perjudicar a la de sus pacientes.
Por su parte, Ana Pueyo hace hincapié en las consecuencias que deja el proceso gripal en la población. La neumóloga insisten en que la enfermedad tiene una alta morbilidad, porque afecta a personas de cualquier edad y una tasa de mortalidad “nada desdeñable”. Es por ello que desde el servicio de Neumología piden que no se baje la guardia y se prevenga el contagio.
Mala previsión en 2014
Desde Neumología admiten que la vacuna contra la gripe de 2014 no fue demasiado efectiva. Sin embargo, la elaboración de la vacuna se basa en previsiones de la evolución de la cepa y no siempre se acierta. A pesar de ello, los sanitarios explican que aunque el pasado año no todos los vacunados evitaron padecerla, sí se paliaron los efectos.