La reapertura de la estación de esquí de Pineda avanza con paso firme
Los promotores del proyecto y los responsables del Ayuntamiento de Pineda mantienen contacto permanente con el servicio de Medio Ambiente de la Junta
Confían en presentar el anteproyecto antes de final de año
La idea es aprovechar el entorno también en época estival
El proyecto para la reapertura de la pista de esquí de Pineda de la Sierra avanza con paso firme. De hecho, la empresa promotora y el Ayuntamiento de la localidad serrana, que desde hace más de un año trabajan codo con codo paran sacar adelante la propuesta, confían en presentar el anteproyecto del ‘Parque de Nieve y Monte’ a los responsables de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León antes de fin de año para seguir avanzando en un plan que ha devuelto la ilusión a la zona.
La reapertura de la estación no llegaría, en ningún caso, hasta bien entrado el 2016
La reapertura de la estación no llegaría, en ningún caso, hasta bien entrado el 2016
Para ello, ambas partes mantienen un contacto permanente desde hace varias semanas, durante las cuales se han repetido los encuentros con responsables del Servicio Territorial de Medio Ambiente. En este sentido, el alcalde de la localidad, Santiago Rojo, insiste en que la intención es que “el proyecto esté perfectamente redactado” en el momento en el que se presente definitivamente. De esta forma, subraya, se espera que Medio Ambiente dé su beneplácito a la primera y el proyecto no entre en una espiral de despachos que retrase su puesta en marcha. Una puesta en marcha que, en el mejor de los escenarios, no llegaría hasta finales de 2016, por cuanto que son muchos los trabajos por realizar.
Y es que, tal y como recalca Rojo, se trata de un proyecto de envergadura, que no sólo se basa en la reapertura de la antigua pista de esquí, cerrada en 2005 de manera definitiva tras tres años de idas y venidas, sino en el aprovechamiento del entorno durante el periodo estival a través de propuestas como el senderismo y las rutas en bicicleta. Para ello, la empresa encargada del proyecto ha planteado la adaptación de diferentes rutas ya existentes en la actualidad y bien conocidas por los vecinos del entorno. La idea es simple. El Mencilla y todas sus estribaciones son una suerte de paraíso serrano aún sin explotar en todo su potencial.
Vuelta a los orígenes
Sea como fuere, una cosa parece clara. Pineda está recuperando poco a poco aquella imagen que impregnaba a los burgaleses a finales del siglo XX, cuando la estación Valle del Sol era el uno de los referentes del turismo de interior de la zona. Con sólo 15 kilómetros de pista esquiable, un telecuerda y dos remontes, la estación era una de las más modestas de toda España. Sin embargo, su cercanía con la capital provincial hizo que durante años se convirtiera en una de las opciones de ocio invernal más demandadas. Que levante la mano quien no haya estado alguna vez. De hecho, el abandono al que se ha visto abocada la ladera donde se levantaba otrora la pista no evita que año tras año cientos de personas acudan a Pineda para disfrutar de la nieve en los fines de semana de invierno.
Pero de aquellos gloriosos días en los que la estación era un referente en la provincia sólo queda el recuerdo. Bueno, el recuerdo y el albergue gestionado por la Diputación provincial, que sigue utilizando la zona como punto neurálgico de muchas de sus actividades juveniles y medioambientales. Además, el Valle de Sol ha vuelto a la memoria de muchos este verano gracias a la propia Diputación, que ubicó la meta de una de las etapas de la Vuelta a Burgos a los pies de la antigua estación de esquí. Un final que resultó un auténtico éxito y que muchos se preguntan por qué no se había planteado hasta entonces.