El Seprona trata de poner coto a los seteros ilegales en La Demanda
La Guardia Civil ha redoblado esfuerzos en la zona de Pinares para intentar frenar a los grupos de seteros ilegales asentados allí una vez más
Salom considera que deberían establecerse controles sobre los comercializadores
Otra vez los recolectores ilegales de setas. Tal y como viene sucediendo en los últimos años, varios grupos de seteros sin licencia se han asentado en diferentes pueblos de la sierra de La Demanda con una sola intención: recoger todo lo que encuentren en el monte, sin importar nada más. Sin licencia, sin pagar los aprovechamientos micológicos, sin controles y sin medidas de conservación. Nada importa más que conseguir el mayor botín posible para ponerlo luego en circulación en un mercado que en esta época paga mucho y bien.
Hace escasas jornadas se intervinieron 197 kilos de setas y se multó a 39 personas
Hace escasas jornadas se intervinieron 197 kilos de setas y se multó a 39 personas
Hace apenas unas jornadas, agentes del Seprona identificaron y tramitaron sanciones a 39 personas que fueron sorprendidas en mitad de la recolecta. En dos días, los agentes desplazados hasta la zona se incautaron 197 kilos de setas y níscalos que posteriormente fueron entregados a los responsables del ayuntamiento propietario del coto. Pero esa actuación parece no haber amedrentado a los seteros ilegales, que continúan asentados en la zona para arrasar, día sí día también, la producción de setas de la comarca.
En este sentido, el teniente coronel de la Guardia Civil en Burgos, Miguel Salom, ha reconocido hoy durante la celebración del Día del Pilar que se trata de un “problema de difícil solución”. “Estábamos alertados”, ya que los seteros ilegales fueron vistos previamente en Navaleno (Soria) y “suponíamos que tarde o temprano acabarían volviendo donde ya estuvieron el año pasado”, esto es, a la zona burgalesa de La Demanda. Al fin y al cabo, ha subrayado, “todo es tierra de Pinares”.
Controles
Así, ha añadido, en cuanto se recibieron las primeras alarmas “se mandó a la fuerza para controlar la situación”, y ahora la presencia es “permanente”. Sin embargo, la actuación de la Guardia Civil, aún siendo coercitiva, sigue sin ser del todo efectiva. Por eso, el problema “se está tratando con la Junta de Castilla y León”, que es la institución competente en esta materia. A falta de conversaciones entre las partes que permitan plantear una solución efectiva, Salom opina que la mejor fórmula para por establecer “un control sobre los que las comercializan”. La idea es sencilla: si no hay mercado, no hay recolección.