Barrio pide incluir el edificio municipal en la primera fase del ARU de San Cristóbal
La concejal socialista insiste en que la intervención en el bloque es prioritaria para incorporarlo al parque de viviendas sociales
Si no se acomete en la primera fase, los trabajos de rehabilitación comenzarían como muy pronto en 2017, retrasando todo
El Ayuntamiento podría ahorrarse alrededor de 1 millón de euros, gracias a la cofinanciación de Junta y Gobierno Central
La representante del PSOE en el ente gestor del ARU de San Cristóbal, Nuria Barrio, proponía en la reunión celebrada ayer que la rehabilitación del edificio municipal afectado por el área de regeneración urbana se acometiese durante la primera fase de los trabajos. Es decir, que dentro de la selección de bloques que iniciarán el proyecto de rehabilitación el próximo año se tuviese en cuenta el de propiedad municipal, que podría destinarse al parque de viviendas de alquiler social comprometido con la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH).
Barrio insiste en que “es una oportunidad de oro” que no se debería dejar pasar. Y es que el programa de cofinanciación que permitirá desarrollar el ARU de San Cristóbal ahorraría una importante inversión al Consistorio. La rehabilitación exterior, que afecta a fachadas, cubiertas, ventanas, portal y ascensor, está valorada en 500.000 euros. De ese total, las arcas municipales sólo tendrían que aportar 90.000 euros, asegura la concejal. Y lo mismo ocurriría con la reforma interna de las viviendas (20), cuyo coste rondaría el millón de euros pero que, con las ayudas de Junta y Estado, se quedaría en 500.000 euros municipales.
Para 2017
Por ese motivo, el PSOE ha remitido un escrito al alcalde, para que tenga en cuenta este edificio en la primera fase de las obras del ARU, que se desarrollará entre enero de 2015 y diciembre de 2016. De este modo, calcula Barrio, el Ayuntamiento podría disponer de los 20 pisos totalmente rehabilitados para el 2017, incorporándolos automáticamente al parque municipal de vivienda de alquiler social. De lo contrario, la reforma exterior no se iniciaría hasta 2017, como mínimo, pudiendo estar finalizada para 2018 o 2019, retrasando varios años la puesta en servicio de las viviendas.
La concejal socialista recuerda que la decisión sólo depende de la voluntad política, ya que es el ente gestor el que, con todos los proyectos en la mano, decidirá qué obras se inician en 2016 y cuáles se dejan para la segunda fase. El ente gestor está conformado por representantes de los vecinos (tres) y el Ayuntamiento de Burgos (uno por cada uno de los grupos municipales), además de diferentes técnicos, así que lo que opinen PP, Imagina y Ciudadanos es decisivo. Sin embargo, ninguno de los grupos se ha pronunciado al respecto, asegura Barrio.