Mercé, Amador y Farruquino en el I Festival de Otoño Olé Burgos
La ciudad se convertirá en un referente de la cultura flamenca con un ciclo de conciertos de calado nacional
La iniciativa nace de la mano de la Asociación Unión Gitana de Burgos para dar a conocer la cultura gitana
El programa de actividades se completa con talleres, exposiciones, conferencias, varias trasnoches y una jam sessión
José Mercé, Raimundo Amador, Farruquito, María Toledo y ‘Las Migas’ son las cinco grandes figuras del flamenco que participarán en el Festival de Otoño Olé, un iniciativa que busca dar a conocer la cultura gitana a través del que es su mayor patrimonio, el flamenco. La Asociación Unión Gitana de Burgos, en colaboración con la sevillana Flamenco Fusión, pone en marcha este proyecto cultural y social que pretende convertir a nuestra ciudad en un “referente” en la cultura flamenca, con el mismo nivel de repercusión que los festivales Pamplona OnFire o el de Jazz de Vitoria.
El “eje fundamental” del evento serán cinco actuaciones, encabezadas por grandes artistas gitanos, que estarán acompañados por músicos locales, según ha explicado Kelian Borja, de la Unión Gitana de Burgos. El primero de los espectáculos tendrá lugar el 17 de octubre, de la mano de ‘Las Migas’ y Onda Calera. Le seguirán José Mercé y Daniel Escudero, el 25 de octubre, y Raimundo Amador con Diego Galaz, el 7 de noviembre. Mientras, María Toledo y Loreto de Diego actuarán el 28 de noviembre y, para cerrar el ciclo, Farruquito y Bienmesabe, el 11 de diciembre.
El festival se completará con una serie de actividades paralelas, como son las ‘Trasnoches’, una serie de conciertos más íntimos, con presencia de Sonia y Montse Cortés, o una Jam Session con Piraña y Antonio Sánchez. Se organizarán dos exposiciones, una de pintura de Oliver Vicario y otra de fotografía de Ana Palma, además de varios cursos de guitarra o percusión. En la Universidad de Burgos tendrán lugar dos charlas, sobre mujer y flamenco y cultura gitana y flamenco. Borja destaca el taller ‘Palmas para payos y payas’, con el que se pretende romper con los estereotipos y los prejuicios que rodean al pueblo gitano.
Una ventana abierta
Finalmente, la Unión Gitana de Burgos aprovechará el Festival de Otoño para poner en valor el programa de intervención con población reclusa que organizan a lo largo de todo el año. Algunas de las figuras del flamenco nacional visitarán a los presos, contribuyendo a los programas de reinserción. Para el presidente de la Unión Romaní, la federación que une a todas las asociaciones de promoción gitana del país, la iniciativa servirá para dar a conocer una comunidad que es “desconocida” para la mayor parte de la población.
Manuel Rondón lamenta que el pueblo gitano siempre haya estado asociado a la delincuencia, la marginación y la exclusión, cuando sólo un tercio de su comunidad se encontraba en esa situación, al menos antes de la crisis. Rondón insiste en la necesidad de que los pueblos payo y gitano convivan integrados plenamente en la sociedad, y el flamenco puede ser un instrumento idóneo para conseguir ese objetivo. Es un arte Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, recuerda, y no puede ser únicamente un “espejo en el que los gitanos se tengan que mirar”, sino una “ventana abierta”, para evitar que la cultura gitana se convierta en “algo residual”.