Lacalle confía en aprobar inicialmente los presupuestos antes de fin de año
El alcalde espera contar con las propuestas de todos los grupos a finales de octubre para empezar a negociar las áreas con mayor margen de maniobra
Recuerda que el próximo ejercicio habrá menos ingresos por el IBI
El Equipo de Gobierno espera poder aprobar inicialmente los presupuestos municipales antes de final de año. Así al menos lo ha asegurado hoy el alcalde, Javier Lacalle, quien ha reconocido, eso sí, que no será fácil. Y es que, los cambios políticos registrados en la ciudad tras las últimas elecciones obligarán al Ejecutivo local a buscar -y encontrar- acuerdos con el resto de grupos. De hecho, el propio Lacalle asegura que el presupuesto del próximo ejercicio “debe ser más participativo que nunca”.
Los técnicos municipales ya trabajan en la redacción de los capítulos de gastos fijos
Los técnicos municipales ya trabajan en la redacción de los capítulos de gastos fijos
En base a esta idea, el área de Intervención ya lleva varias semanas trabajando en la parte cuasi inamovible del presupuesto, esa que hace referencia a los capítulos I y II y que, según el alcalde, tiene un “escaso margen de maniobra”. “Los gastos de personal son los que son”, así como los de los suministros o la amortización de la deuda, subraya. Pero a partir de ahí, Lacalle abre la mano al resto de grupos políticos y colectivos de la ciudad, a los que se solicitarán propuestas de manera formal.
El objetivo es tener todas esas propuestas sobre la mesa “en un plazo razonable de un mes o mes y medio como mucho”, lo que situaría el escenario a mediados o finales de octubre. Una vez conocidas las propuestas de las diferentes partes, comenzará el necesario proceso de negociación y redacción del documento presupuestario, el cual deberá ser sometido a debate y aprobación plenaria. En principio, la intención es que el presupuesto obtenga la aprobación inicial antes de fin de año, para luego recibir luz verde definitiva y pueda entrar en vigor cuanto antes.
Menos ingresos
Sea como fuere, Lacalle ya adelanta -una vez más- que el presupuesto del próximo ejercicio será más bajo que el de 2014, debido a la reducción de los ingresos por vía impositiva. En este sentido, insiste, la reducción del tipo del IBI y de la valoración catastral supondrá una merma de más de 7 millones de euros al año a las arcas municipales. Un dinero que, eso sí, permanecerá en el bolsillo de los ciudadanos.