30-30. Otro empate que sabe a victoria
El Villa de Aranda suma frente al Guadalajara su segundo empate consecutivo después de ir por detrás en el marcador todo el partido
Los hombres de Cuétara no se sintieron cómodos hasta el final de la segunda parte, en la que anularon la capacidad ofensiva de los alcarreños
El Villa de Aranda sumó esta noche ante el Guadalajara su segundo empate consecutivo. Y lo hizo, tal y como sucediera el pasado fin de semana en Huesca, dejando un sabor a victoria tras de sí. Y es que, el conjunto dirigido por Jacobo Cuétara fue a remolque todo el partido y sólo en los últimos compases del segundo tiempo se mostró netamente superior a su rival. Lo justo para empatar y sumar un punto que le mantiene una jornada más en la zona cómoda de la clasificación.
Ficha Técnica
30 – Villa de Aranda (17+13): Santana (Rangel Luan, ps), Peciña (2), Moyano (5), Javi Muñoz (7, 2p), ‘Bicho’ (5), Revin (-), Oswaldo (8) -siete inicial-; Canyigueral (-), Part (), Megías (2), Moreira (1), Cakic (-), Pascual (-).
30 – Guadalajara (21+9): Hombrados (Barbero, ps), Fuertes (1), Coloma (3), Montoya (4), Levente (4), Rocha (6, 1p), Silva (7) -siete inicial-; Mellado (-), López Rey (3, 1p), Bozalongo (2), Eceolaza (-), Iker Antonio (-), Moya (-), Sedano (-), Redondo (-).
Parciales: 1-5, 4-8, 8-12, 12-14, 15-18, 17-21 (descanso); 19-24, 21-27, 24-29, 26-29, 29-29, 30-30 (fin del partido).
Árbitros: Miranda Bedate y San Pedro Colorado (Colegio Madrileño). Excluyeron dos minutos a Peciña (2) por el Villa de Aranda y a Redondo, Silva (2), Bozalongo, Coloma y López Rey por el Guadalajara.
Incidencias: Partido correspondiente a la tercera jornada de la Liga Asobal disputado en el pabellón Príncipe de Asturias ante unos 1.200 espectadores.
Comienzo desastroso de los ribereños, que tardaron más de cuatro minutos en inaugurar el marcador tras tres ataques infructuosos. Todo lo contrario que el Guadalajara, que en aquel momento ya sumaba cuatro tantos. Ese primer parcial acabó condicionando todo el choque y obligó a los hombres de Cuétara a remar para intentar igualar un partido en el que no terminaron de sentirse cómodos en casi ningún momento.
El propio Cuétara fue testigo de la sangría e intentó evitarla pidiendo un tempranero tiempo muerto que apenas tuvo efecto. No en vano, los cambios defensivos introducidos por el técnico asturiano no pudieron parar las embestidas de Rocha y Silva, que se convirtieron en los verdugos de la noche. Bien es cierto que, aprovechando un pequeño bajón en el juego de los alcarreños, el Villa de Aranda redujo diferencias mediado el primer tiempo (12-14), pero cualquier atisbo de remontada fue apenas un espejismo. Lejos de dejarse sorprender, los hombres de César Montes volvieron a mostrarse más efectivos en ataque y, apoyados por un espectacular Hombrados, mejoraron su rendimiento en los últimos compases para marcharse al descanso con cuatro arriba (17-21).
Tras el paso por vestuarios, el guión del partido cambio poco o nada. Una vez más, era el Guadalajara el que imponía el ritmo y llevaba el partido a su terreno, frente a un Villa de Aranda que jugaba por impulsos y que basó toda su propuesta ofensiva en Oswaldo, Javi Muñoz y un errático Moyano. En ese escenario, el Guadalajara consiguió su máxima ventaja mediado el segundo tiempo (21-27), dando muestras de ser capaz de cerrar el choque en cualquier momento.
Pero el Villa de Aranda acabó despertando. Quizá demasiado tarde, pero despertó, al fin y al cabo. Un parcial de 2-0 a favor de los de Cuétara abrió la lata y, aprovechando una exclusión y varios errores no forzados del Guadalajara, el Villa de Aranda comenzó a recortar diferencias poco a poco. Sin duda, la mejora en el aspecto defensivo fue clave, ya que los hombres de César Montes acabaron estrellándose contra un muro y marcaron apenas un gol en los últimos 15 minutos, una situación que aprovechó el conjunto ribereño para empatar el choque en los compases finales (29-29). Por cierto, Rangel Luan volvió a dar muestras de la calidad que atesora bajo palos.
Ya en el último parcial, y con el partido totalmente roto, ambos conjuntos tuvieron alternativas para sentenciar y llevarse la victoria, pero sendos errores en los ataques derivaron hacia un empate que sin duda sabe a victoria entre la parroquia amarilla, que todavía no sabe lo que es perder esta temporada.