CC.OO lucha para “visibilizar” situaciones de acoso sexual “normalizadas”
El sindicato asegura que muchos comportamientos vejatorios y discriminatorios están “interiorizados”
Se identifica como acoso sexual una conducta inapropiada jefe-empelado pero no sí se produce entre compañeros
Comisiones Obreras desarrolla una campaña para fomentar el desarrollo de protocolos en las empresas
Comentarios obscenos, bromas de contenido sexual, insinuaciones, contacto físico no deseado, proposiciones indecentes, vejaciones, discriminación laboral o salarial… En muchos (demasiados) de nuestros entornos laborales se dan, de manera habitual, situaciones de acoso sexual o acoso por razón de sexo. En algunos casos son evidentes, en otros pasan más desapercibidas. Pero el denominador común de todas es la “normalización” de estos comportamientos “violentos” y la escasa “visibilización” social y laboral, lo que hace mucho más difícil luchar con estas otras formas de violencia de género.
Así lo entienden desde Comisiones Obreras, que acaban de poner en marcha la campaña ‘No lo permitas’. Se trata de una iniciativa orientada a los delegados sindicales, que busca la promoción de protocolos contra el acoso sexual y por razón de sexo en las empresas. Los convenios colectivos deben posicionarse claramente contra este tipo de comportamientos, asegura la secretaria de Mujer y Políticas de Igualdad de CC.OO Burgos, Carmen Elena, puesto que eso demostrará a los trabajadores que la empresa “no tolera” el acoso y ayudará a las víctimas a la hora de denunciar sus problemas.
Sin querer darnos cuenta
Muchas mujeres llegan con una baja por depresión, estrés o ansiedad como consecuencia de una situación de acoso
Elena recuerda que comportamientos que se pueden englobar bajo la etiqueta de acoso sexual están tan “interiorizados” en nuestra sociedad que no siempre se identifican como lo que son, una vejación, una discriminación y un delito. Tanto es así que mientras se identifica el acoso de un superior a un empleado, no ocurre lo mismo cuando éste se da entre compañeros. De ahí que muchas mujeres no sean capaces de vincular una situación de estrés, ansiedad, depresión o vómitos con estar sufriendo algún tipo de acoso e, incluso, que aún siendo conscientes del problema no se atrevan a denunciarlo.
Los datos avalan esta realidad, insisten desde CC.OO. Y es que si bien se sabe que en Burgos, y en toda Castilla y León, hay trabajadoras que sufren acoso, pero pocas son las que acaban presentando una queja a la dirección de la empresa o una denuncia. Muchas de ellas se acercan al sindicato, explica Elena, con una baja por depresión o ansiedad, con un cuadro de problemas gastrointestinales o trastornos del sueño. Entran en Salud Laboral, cuando deberían pasarse por Mujer, porque no tienen un problema de salud, sufren violencia de género que se manifiesta física, psíquica y emocionalmente, insiste.
Por ese motivo, Comisiones Obreras pide también a la Junta de Castilla y León que incluya las víctimas del acoso sexual o por razón de sexo en la Ley de Violencia de Género, para que puedan beneficiarse de las mismas ayudas y recursos que este colectivo. Sería una de las mejores medidas para que socialmente nos concienciemos de la existencia de este problema, que no se reduce únicamente a cobrar menos por un mismo trabajo, sino que incluye también aislamiento laboral, ridiculización o infravaloración personal y profesional, además del consabido acoso sexual puro y duro.