Las Cámaras muestran su preocupación por el independentismo catalán
Un total de 37 Cámaras de Comercio, entre las que están representadas todas las comunidades menos Cataluña y las islas, han firmado el manifiesto
“Apoyo, cercanía y cariño” con las Cámaras catalanas, expresa el texto de apoyo
Aduanas y aranceles, entre los grandes problemas que le surgirían a Cataluña de alcanzar la independencia
Las Cámaras de Comercio, Industria, Servicios y Navegación de toda España han firmado esta mañana en Burgos un manifiesto de apoyo a sus homólogas en Cataluña. La presencia de 37 Cámaras, entre las que han estado representadas todas las comunidades autónomas a excepción de Cataluña, Islas Baleares e Islas Canarias, ha servido para expresar su “compromiso y preocupación” por el movimiento nacionalista.
Ante la cercanía de las elecciones catalanas, los representantes camerales han mantenido una reunión de una hora y media en la que han tratado de desvelar las incógnitas que acarraería una secesión de España. El respaldo unánime del texto no deja lugar a dudas de la posición del conjunto de las Cámaras de Comercio.
El manifiesto hace hincapié en la “ilegalidad constitucional” que están barajando desde Cataluña y ofrece “apoyo, cercanía y cariño” a las Cámaras catalanas. Además, el texto rechaza las presiones que desde el movimiento independentista podrían estar produciéndose para que las organizaciones camerales catalanas se posicionen.
Antonio Miguel Méndez Pozo, presidente de la Cámara de Comercio de Burgos, ha destacado que, a pesar de la ausencia de las Cámaras catalanas en la reunión, varias localidades han agradecido la iniciativa a través de cartas.
Falta de competitividad
Gómez Navarro: “vender un Seat en Madrid tendría un 10% de arancel, que es mucho dinero”
La presencia en la reunión del que fuese ministro de Comercio y Turismo entre 1993 y 1996, Javier Gómez Navarro, ha servido para resolver la posición en la que quedarían las empresas catalanas en caso de hacerse efectiva una secesión de España. Gómez Navarro ha destacado la presencia de aduanas y aranceles como los dos grandes problemas a los que se enfrentarían. Las aduanas obligatorias supondrían un aumento de los trámites burocráticos. En segundo lugar, los aranceles implicarían impuestos añadidos para entrar en terceros países. Por último, conllevaría que Cataluña “no estaría integrada en los convenios” que la Unión Europea mantiene con otros grandes mercados internacionales. “Incrementarían de tal manera los costes que haría que el producto no fuese competitivo”, ha subrayado.
Escenario sin Estado
Por su parte, Guillermo de la Dehesa, ex-secretario de Estado de Economía entre 1986 y 1988, ha advertido de la imposibilidad de considerar a Cataluña como país, porque “tiene que estar reconocido por otros Estados”. En este punto, De la Dehesa recuerda que para que la Unión Europea integre a un país, éste tiene que ser admitido unánimemente por los 28 países miembros. Algo que entiende que es “imposible” por los problemas similares que tienen muchos de ellos.