Un día de “mucha alegría” para los trabajadores de Campofrío en Burgos
Los responsables del comité de empresa celebran el inicio de las obras de la nueva fábrica de Campofrío y aseguran que los compromisos se están cumpliendo
Se muestran satisfechos por haber conseguido buenas condiciones para el ERTE
Alrededor de 600 trabajadores acudieron a la colocación de la primera piedra. GIT
“Mucha alegría”. Eso es lo que transmitían hoy los trabajadores de Campofrío, que 10 meses después de perder su fábrica y, por ende, su trabajo, han podido presenciar la simbólica colocación de la primera piedra de la nueva planta, un hito que abre la puerta a una nueva fase que concluirá, si todo sale según lo previsto, el 16 de noviembre de 2016, cuando se espera tener plenamente operativa la nueva factoría. Atrás quedan meses de dudas e incertidumbres en los que, eso sí, se ha sabido sobreponerse a los problemas.
Alrededor de 550 personas siguen en el ERTE, mientras otras 185 se han recolocado en otras plantas del grupo
Alrededor de 550 personas siguen en el ERTE, mientras otras 185 se han recolocado en otras plantas del grupo
El presidente del comité de empresa de la fábrica, Hilario Sancho, reconocía esta mañana que el proceso de reconstrucción de Campofrío “es un ejemplo a seguir”. “Se están haciendo las cosas bien” desde el primer momento gracias, en parte, a la buena sintonía que -casi- siempre ha habido entre plantilla, dirección e instituciones públicas. “Poco a poco se están cumpliendo los compromisos” y hoy es el día en el que todos y cada uno de los trabajadores de la antigua planta tienen algo a lo que agarrarse. Alrededor de 550 personas continúan en el Expediente de Regulación temporal de Empleo (ERTE) aprobado meses atrás y otras 185 se han recolocado en otros centros de trabajo de España.
Objetivos cumplidos
En este sentido, Sancho se muestra más que satisfecho con el trabajo realizado hasta ahora. No en vano, el comité de empresa se impuso tres grandes objetivos una vez devastada la vieja fábrica: conseguir que se reconstruyera en Burgos, obtener las mejores condiciones para el ERTE y “mantener todos los empleos”. Tres objetivos que parecen haberse conseguido.
A partir de ahora, el reto es prepararse para afrontar la realidad de la nueva fábrica. Según ha explicado Sancho, en las próximas semanas se comenzará a hablar de la necesaria formación que deberán recibir los trabajadores para adecuarse a los nuevos equipos. Pero mientras tanto, no queda otra opción que celebrar un “día feliz”.
