Máquinas y operarios vuelven a la antigua estación

La UTE parece que ha cumplido con el compromiso y ha vuelto ya a trabajar en las obras de rehabilitación

Lacalle mostraba esta mañana su confianza en Ferrovial-Aroasa y, sobre todo, en que recupere el tiempo perdido

El alcalde rechaza sancionar a la empresa, a pesar de las escuetas justificaciones dadas sobre la paralización

Máquinas y operarios vuelven a la antigua estación Esta tarde se podía ver a operarios trabajando. GIT

Ferrovial-Aroasa, la Unión Temporal de Empresas encargada de las obras de rehabilitación de la antigua estación del tren, se comprometía el pasado miércoles a retomar los trabajos a lo largo de esta semana. Y el alcalde mostraba esta mañana su confianza en que cumpliese con ese compromiso, en que se reiniciasen las obras y “se normalice una situación que no se debía de haber producido”. Y parece que así ha sido, porque ya se han podido ver algunos movimientos, tanto en el interior como en el exterior del edificio.

Máquinas y operarios han vuelto a la antigua estación, recuperando un proyecto que lleva paralizado desde el mes de julio, y con un retraso considerable, como han atestiguado los técnicos municipales. La paralización llegaba sin motivo aparente, y pocas han sido las explicaciones dadas por la UTE, más allá de problemas organizativos internos. Sin embargo, el perjuicio que han causado al Ayuntamiento de Burgos es importante, dado que cualquier retraso en la ejecución de las obras pone en riesgo la llegada de los fondos del Plan Urban, con los que se pretende financiar el 80 por ciento de la intervención.

Nada de sancionar

El alcalde insistía esta mañana en que lo más importante es que la empresa volviese a trabajar, de una manera estable y recuperando el tiempo perdido, con el objetivo de que el máximo posible de la obra esté concluida para el 31 de diciembre. Además, Lacalle descartaba penalizar a la UTE, puesto que una medida de esas características no solucionaría el problema que tiene el Ayuntamiento en estos momentos, ni la posible pérdida de fondos europeos. “Podemos sancionar y podemos hacer de todo, pero eso no resuelve”.

Lo mismo ocurriría con la rescisión del contrato, propuesta defendida por PSOE, Imagina y Ciudadanos. Si el Consistorio hubiese optado por romper unilateralmente el acuerdo, alegando un incumplimiento del mismo por parte de la UTE y reclamando daños y perjuicios, eso hubiese supuesto un retraso de en torno a un año y medio en la ejecución de las obras, ha recordado Lacalle. Y lo importante es que se actúe en la antigua estación para conservar el edificio y poner al servicio de los ciudadanos una nueva instalación, cuanto antes.

Retraso injustificado

La rehabilitación de la antigua estación fue un tema candente durante el pasado mes de agosto, cuando se comprobó que la UTE no trabajaba desde finales de julio, había presentado un modificado que rechazaban los técnicos y el proyecto sólo llevaba ejecutado un 18,8 por ciento de lo comprometido según el plan de obra. Mientras la oposición apostaba por rescindir el contrato ante lo consideraban un “chantaje” de la empresa, el Equipo de Gobierno siempre mantuvo su intención de negociar con la empresa e intentar llegar a un acuerdo, que permitiese retomar la obra y salvaguardar la estructura del edificio.