El San Pablo Inmobiliaria ya calienta motores
Tras dos semanas frenéticas, el San Pablo Inmobiliaria CB Miraflores ha comenzado esta tarde su particular pretemporada
El nuevo club arranca con “ilusión” una temporada que confían en que sirva para que se consolide en la LEB Oro
Foto de familia del San Pablo Inmobiliaria en el primer día de trabajo. GIT
Ha sido un trabajo duro hasta poder llegar a este momento, pero los esfuerzos tienen su recompensa. El San Pablo Inmobiliaria CB Miraflores ha comenzado hoy a entrenar. Los diez jugadores que conforman la plantilla del nuevo club burgalés se han dado cita esta tarde para pasar el correspondiente reconocimiento médico y ponerse a las órdenes de Andreu Casadevall. Sonrisas, saludos y algún que otro abrazo para dar por iniciada una pretemporada que se antoja corta, pero muy intensa, tanto en el ámbito deportivo como en el institucional.
Tras un “trabajo dificilísimo” que “se ha tenido que hacer en tiempo récord”, el San Pablo ya está en marcha
Tras un “trabajo dificilísimo” que “se ha tenido que hacer en tiempo récord”, el San Pablo ya está en marcha
Y es que, tal y como ha reconocido el presidente del San Pablo, Jesús Martínez, esto no ha hecho más que empezar. “Ha llegado el momento” de comenzar a trabajar en la pista. Atrás queda un “trabajo dificilísimo” que “se ha tenido que hacer en tiempo récord”. Sin embargo, añade, “lo que importa en un trabajo son los resultados, y el resultado, dadas las circunstancias, ha sido realmente positivo”.
De hecho, el presidente del club asegura que el “proyecto deportivo” está “motivando aún más” a una directiva ya de por sí motivada. “A pesar de las dificultades que hemos tenido con el tiempo a la hora de confeccionar la plantilla, el trabajo que han hecho tanto Albano como Andreu ha sido extraordinario” y se ha conseguido formar una plantilla que “ilusiona”, subraya el dirigente. Ahora, el objetivo es enganchar a la afición y remar todos juntos para que el baloncesto siga vivo en la ciudad. “Este es un proyecto de ciudad”, repite una y otra vez Martínez.
Similares impresiones traslada Casadevall, que se mostraba encantado de poder regresar a Burgos. No en vano, la del San Pablo ha sido “una puerta que se ha abierto y pensaba que no se iba a abrir”. De hecho, el técnico catalán, que hace apenas unos meses firmaba su tercer e infructuoso ascenso deportivo a la ACB de la mano del Tizona ya había replanteado su carrera este verano. Sin embargo, un buen día llegó la llamada del San Pablo Inmobiliaria y sus dirigentes le convencieron para afrontar un nuevo “reto”.
En este sentido, Casadevall reconoce que “empezamos de nuevo”, como cuando llegó a orillas del Arlanzón hace ahora ocho años para tomar las riendas del entonces CB Atapuerca. En aquel momento no había un proyecto deportivo ganador y se fue construyendo poco a poco, que es precisamente la intención del San Pablo. Por eso, el técnico catalán pide “paciencia”. “Empezamos tarde, pero la temporada es muy larga”.
Plantilla competitiva
Como puntos a favor, el nuevo club burgalés arrancará la temporada con la experiencia de un entrenador sobradamente contrastado y una plantilla “competitiva”. “Es un equipo muy distinto del que había el año pasado” en el Tizona, pero “hemos intentado coger a los jugadores que podrían conformar un equipo equilibrado para poder competir”, ha señalado Casadevall. Y no eso no es fácil. Él mismo tenía sus dudas cuando comenzó a fraguarse el proyecto. “Jamás hubiera pensado que en cinco días podíamos hacer un equipo con el presupuesto que teníamos”, pero finalmente se ha conseguido y “estoy muy contento”, ha añadido.
Ahora, una vez puesta en marcha la maquinaria, el San Pablo Inmobiliaria CB Miraflores tendrá un mes para preparar la temporada y culminar su estructura institucional. Todavía hay muchos frentes abiertos con la campaña de abonados, la captación de patrocinadores y la puesta en marcha del resto de ámbitos extradeportivos, pero de momento, la ilusión por el baloncesto ha vuelto a la ciudad. “Entendí perfectamente la postura de los directivos del Tizona, pero Burgos no se podía quedar sin baloncesto”, ha resumido Casadevall.
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