Tráfico cierra el verano con tres víctimas mortales, dos menos que en 2014
La operación ha sido la mejor de los últimos años, a pesar del incremento en el número de desplazamientos de largo recorrido
De los tres accidentes mortales, uno se ha registrado en uno de los puntos señalados por la DGT como de especial peligrosidad
Galán lamenta que, en lo que llevamos de año, hemos acumulado 15 fallecidos, misma cifra con la que se cerró el 2014
Tráfico detecta un incremento de los desplazamientos de largo recorrido. GIT
Ni optimista ni pesimista. A medio camino. Así se encuentra el jefe provincial de Tráfico, Raúl Galán, una vez ha concluido la Operación Especial ‘Verano 2015’. Burgos ha registrado únicamente tres accidentes mortales con otros tantos fallecidos, dos menos que en el mismo periodo de 2014, lo que nos ofrece el mejor dato de los últimos años. Sin embargo, las carreteras de la provincia se han cobrado la vida de 15 personas hasta septiembre, misma cifra con la que se cerró 2014. Los primeros meses han sido especialmente duros y eso va a romper con la tendencia a la baja que se venía registrando en Burgos.
Galán asegura que la operación de tráfico ha sido buena, a pesar de que un simple fallecido es ya un fracaso social. Se ha incrementado el número de desplazamientos en la provincia, sobre todo los de largo recorrido. En la Jefatura se ha notado un mayor tránsito de vehículos con destino a las zonas de veraneo tradicionales, las costas, frente a lo que era más habitual en los últimos años. Cierta recuperación en los hábitos de los ciudadanos, después de que la crisis económica hiciese aumentar los viajes de corto recorrido, con destino el interior y los pueblos, recuerda Galán.
El verano se ha comportado mejor en Burgos que en el conjunto de España, pero los primeros meses del año han sido peores
Además, Burgos es una provincia de paso por excelencia. Contamos con algunas de las vías de gran capacidad más utilizadas de todo el territorio nacional. Somos entrada europea, sin olvidar que somos casi paso obligado en la operación ‘Paso del Estrecho’. Alrededor de un 12,5 por ciento de los desplazamientos registrados en España están relacionados con esta operación y la entrada por Burgos es mucho más utilizada que el recorrido por la costa desde Cataluña, asegura el jefe provincial. Y a pesar de todo ello, este año se han registrado menos accidentes que en años anteriores y también de menor gravedad.
Punto de especial peligrosidad
Tres han sido los accidentes mortales, tres los fallecidos. El primero de ellos tenía lugar el 20 de julio. Una joven de 28 años, S.T, moría en una salida de vía en la AP-1, a la altura de Ameyugo. Su hija salía ilesa pero su hermano también perdía la vida como consecuencia del suceso, un día más tarde, lo que motiva que no entre en las estadísticas de Tráfico. El segundo siniestro se producía el 15 de agosto. Otra joven, C.O de 20 años, se salía de la carretera en la A-62, en Villazopeque. No llevaba cinturón, recuerda Galán, algo “impensable” en una chica tan joven.
La última fallecida ha sido una mujer, P.M.C, de 45 años, que perdía la vida al caer el vehículo que conducía por un terraplén, después de chocar contra un jabalí. El suceso tenía lugar en la N-234 y, curiosamente, en uno de los tramos señalados como de especial peligrosidad por parte de la DGT. Esos tramos en los que se cuenta con un radar fijo-móvil, cuyo objetivo, recuerda Raúl Galán, es concienciar a los conductores de que deben de extremar las medidas de precaución. En toda España, el 27 por ciento de los accidentes ocurridos este verano han tenido lugar en alguno de los puntos calificados de especial peligrosidad.
No bajar la guardia
“Lo importante es que no nos confiemos al volante”
El jefe provincial de Tráfico insiste en que proyectos como el de los radar fijo-móvil no buscan incrementar la recaudación de la DGT por multas de exceso de velocidad, por mucho que los ciudadanos así lo entiendan. Sin embargo, y desde un punto de vista más egoísta, a Raúl Galán lo único que le interesa es que los conductores extremen las medidas de seguridad. “Que la gente no se acomode”, porque cuando nos confiamos es cuando sufrimos el accidente. Así que si es por miedo a una multa o a que el Pegasus nos pille en un renuncio, bienvenido sea, a pesar de que la precaución debería derivar de la concienciación, insiste.
