Benavente apela a la flexibilidad y la competividad para crear empleo

El presidente de FAE considera que la recesión ha acabado e insiste en la necesidad de reducir a la mitad el número de parados

Asegura que las empresas tienen que ser capaces de producir más con menos costes y eso no debe traducirse sólo en ajuste de salarios

Las plantillas deben adaptarse a las necesidades productivas de la empresa en un mercado globalizado donde nada es seguro ni estable

El presidente de la Confederación de Asociaciones Empresariales de Burgos (FAE), Miguel Ángel Benavente, no se muestra sorprendido por los datos del paro correspondientes a agosto, conocidos esta mañana. Asegura que este mes “no es especialmente bueno” para la provincia y, al igual que en años anteriores, han crecido los desempleados y se ha reducido considerablemente la contratación. Sin embargo, el dato positivo que destaca Benavente es la reducción en un 11,28 por ciento del número de parados con respecto a agosto de 2014, lo que marca una tendencia interesante.

“No me atrevería a decir que la crisis ha terminado, pero sí la recesión”

“No me atrevería a decir que se ha terminado la crisis”, como apuntaba a principios de semana la consejera de Hacienda, Pilar del Olmo, pero Benavente sí que asegura que la recesión ha llegado a su fin. Ahora el objetivo, continúa el presidente de FAE, debe ser reducir a la mitad el número de parados. Burgos no puede prosperar si continuamos con más de 25.000 ciudadanos sin trabajo y el “reto” está en recuperar datos de antes de la crisis económica. Benavente recuerda que en 2007, cuando se hablaba de pleno empleo, Burgos contaba con 12.500 parados. Esa debe ser la cifra a alcanzar, como mínimo.

Reducción de costes

Los empresarios tienen muy claro que para conseguir ese objetivo se debe generar una actividad económica que desemboque en la creación de nuevos puestos de trabajo, y para ello nuestras empresas deben ser más competitivas. “Tenemos que ser capaces de hacer lo mismo con menos coste”, indica Benavente. Eso sí, el presidente de la patronal deja muy claro que cuando se habla de reducir costes no se hace referencia exclusiva a bajar o ajustar salarios. La apuesta pasa por producir más con menos, y cuestiones como el precio de las materias primas o el juego de la oferta y la demanda son clave.

El presidente de FAE recuerda que vivimos en un mundo globalizado, que está condicionando mucho los mercados. “Hay muchas tensiones”, que responden a todo tipo de intereses, siendo uno de los ejemplos más claros el precio de la energía, que nada tiene que ver con la tradicional relación oferta-demanda. La potencia productiva de China “también está haciendo daño al mercado”, reconoce Benavente, pero al mismo tiempo está convencido que, al igual que pasó con los países de Europa del Este tras la caída del Muro, esa “competitividad” china acabará por mermarse.

Más eficacia

Las empresas no pueden soportar altas cargas laborales cuando los mercados no son seguros

Pero no basta sólo con ser más competitivos, también tenemos que ser más flexibles. Las empresas deben tener capacidad para adaptar sus estructuras a unas cargas de trabajo cambiantes, y eso afecta también a la plantilla. Ninguna industria tiene asegurada la carta de pedidos a medio y largo plazo, así que tampoco puede garantizar unas necesidades de trabajadores estables. Benavente pone como ejemplo el sector del automóvil, que se mueve por ciclos de 4 o 5 años, justo el periodo por el que las matrices conceden a las empresas el desarrollo de un modelo.

Durante ese tiempo, la factoría tiene garantizado el trabajo y las necesidades de empleados dependerá de lo bien o lo mal que funcione el modelo. Pero una vez superados esos 4 o 5 años, la factoría debe luchar con otras plantas de la misma firma para llevarse otro modelo que garantice su supervivienda a medio plazo. Cierto es, recuerda Benavente, que el ejemplo del automóvil no es el más extendido, pero sirve para comprender que las necesidades de las empresas son variables y que las contrataciones deben ajustarse a ellas, insiste el presidente de FAE.