Medio millar de personas exigen en Valdenoceda el arreglo de la N-232
Alrededor de 500 personas se manifiestan en el Valle de Valdivielso para exigir al Ministerio de Fomento mayor diligencia en la ejecución de las obras
Si los trabajos no comienzan en las próximas semanas, pedirán una reunión con la ministra, Ana Pastor
El arreglo de la carretera ya ha sido motivo de protestas. BC
Medio millar de personas se han manifestado esta mañana en Valdenoceda exigiendo la “urgente reparación” de N-232 a su paso por el Valle de Valdivielso. Lemas como “ni las cabras van por esta nacional” o ” esta nacional no es ni comarcal” han sido coreados por los participantes en un ambiente que, a pesar de mantener el tono reivindicativo, también ha sido festivo.
Minutos antes de la manifestación, alrededor de dos centenares de vecinos de la zona cortaron la nacional en el cruce de Trespaderne, uno de los puntos más peligrosos del tramo. Según explican los organizadores de la marcha, el corte, que duró alrededor de 10 minutos, “provocó retenciones y alguna escena de tensión con algún conductor acelerado”. Tras el mismo, los vehículos en caravana se desplazaron por los pueblos del valle en marcha lenta. Como curiosidad, la comitiva estuvo encabezada por dos antiguos Seat 600, utilizados por el dúo musical Los Pocos, encargado de poner la banda sonora a la jornada.
Tal y como se anunció días atrás, en la marcha participaron varios alcaldes de la zona, como los de Oña, Valdivielso, Medina, Villarcayo, Trespaderne, Valle de Manzanedo o Valle de Zamanzas. También el senador del PSOE Ander Gil y el portavoz de Imagina en la Diputación, Marco Antonio Manjón, se sumaron a la iniciativa.
El alcalde de Valdivielso, uno de los firmantes del comunicado mediante el que se exige al Ministerio de Fomento mayor diligencia en los arreglos comprometidos, ha manifestado su confianza en que los trabajos puedan comenzar a ejecutarse a lo largo de las próximas semanas. “En caso contrario”, ha asegurado, “pediremos una reunión con Ana Pastor” para exigir cara a cara el cumplimiento de un compromiso que está haciéndose esperar.