El Ayuntamiento rescindirá el contrato si la UTE no retoma las obras de la estación
Gómez reconoce que tienen pocas “esperanzas” de que Ferrovial-Aroasa vuelva al trabajo pero “hay que dejar la puerta abierta”
Los técnicos estudiarán la forma “menos gravosa” para tramitar la rescisión y exigir “daños y perjuicios” par el Ayuntamiento
El presidente del IMC asegura que no se concederá ninguna prórroga para el Plan Urban pero se buscan alternativas
“Si no hay avances significativos en las obras”, y “no tenemos muchas esperanzas” de que se produzcan, el Ayuntamiento de Burgos procederá a iniciar los trámites para la rescisión del contrato con Ferrovial-Aroasa, la UTE encargada de la rehabilitación de la antigua estación del tren. Eso sí, el Equipo de Gobierno quiere esperar a que se cumpla el plazo de 10 días del que dispone la empresa para alegar contra el rechazo de los técnicos a su modificado de obra, incluso cuando el mismo no justificaría ni el retraso de las obras ni su paralización actual.
La arquitecto técnico municipal y el técnico de Contratación han participado esta mañana en la reunión del Instituto Municipal de Cultura y Turismo para explicar a PSOE, Imagina y Ciudadanos el estado en el que se encuentra el proyecto. Tal y como se conociese la semana pasada, las certificaciones de obra demuestran que la UTE sólo ha ejecutado el 18 por ciento del presupuesto comprometido hasta agosto, y que los trabajos realizados en julio fueron escasamente del 2,7 por ciento de lo previsto. Es decir, el proyecto lleva un “retraso importante”, ha insistido Gómez.
“Buscaremos la fórmula para ver cómo se puede rescindir de la manera menos gravosa para el Ayuntamiento”
Retraso que se suma a la paralización de las obras, efectiva desde el pasado 17 de julio, según la arquitecto técnico. En su informe queda claro que no existe justificación alguna para dicha paralización, ni siquiera el modificado de la obra presentado por Ferrovial-Aroasa. Propuesta de modificado que ha sido rechazada, tanto por la arquitecto como por el técnico de Contratación, al considerarse “innecesario” y que suponía, de aceptarse, un empeoramiento del propio proyecto. Ante esta situación parece que la única salida que le queda al Ayuntamiento es rescindir el contrato con la UTE, ha reconocido Gómez.
Sin acuerdo
El presidente del IMC ha asegurado que “en el Equipo de Gobierno no acabamos de entender cómo se puede hacer una rescisión de mutuo acuerdo”, como se ha propuesto desde algún grupo de la oposición. Y es que una “rescisión amistosa” supondría negar que la UTE ha incumplido con el contrato y con el plan de obra, impidiendo al Ayuntamiento la reclamación de “daños y perjuicios” por la pérdida de fondos del Plan Urban, con los que se financiaría el 80 por ciento del presupuesto de la rehabilitación, valorada en 2,7 millones de euros, ha insistido Gómez.
Por ese motivo, los técnicos municipales estudian cómo se puede rescindir el contrato de la manera “menos gravosa” para el Consistorio, siempre y cuando no haya “avances significativos” en la obra. Gómez ha asegurado que, por el momento, se habla de “posible rescisión del contrato”, si bien es cierto que reconoce que “no tenemos muchas esperanzas” de que la UTE vuelva al trabajo. Aún así, se le ofrece un margen de maniobra hasta el próximo lunes, una vez concluido el plazo del que disponía para remitir las alegaciones contra el rechazo del modificado del proyecto.
“Seremos beligerantes para defender los intereses municipales”
Gómez tiene claro que “seremos beligerantes para defender los intereses municipales”, puesto que la responsabilidad única de lo ocurrido recae en la UTE. El presidente del IMC ha insistido en que Ferrovial-Aroasa participó en un concurso, firmó un contrato con el Ayuntamiento, incluso un acta de replanteo, y asumió unos compromisos temporales. Si ahora no cumple con todo ello, deberá asumir también las consecuencias de sus actos, entre las que estaría también resarcir económicamente al Ayuntamiento por la pérdida de fondos europeos.
No hay prórroga
El edil ha recordado que sólo llegará del Plan Urban aquellos fondos vinculados a certificaciones de obra presentadas antes del 31 de diciembre, por lo que no se perderá el total de la subvención (unos 2 millones de euros), sino una parte de la misma. Fernando Gómez reconoce que “una prórroga en estos momentos no es un escenario posible”, porque la Unión Europea ya lo ha rechazado. Los Fondos Urban tenían un plazo de ejecución de 31 de diciembre de 2013 y se concedió una prórroga hasta el 2015. No hay más, aunque sí se busca con el Gobierno Central posibles soluciones para evitar perder gran parte de ese dinero.
Por otra parte, los técnicos municipales estudian cómo intervenir para, en caso de que la UTE no retome los trabajo, se proteja la actual estructura de la antigua estación. Ferrovial-Aroasa ha procedido al vaciado casi total de las instalaciones, lo que a la llegada del invierno derivará en una situación muy peligrosa, ha recordado Gómez.