La Junta debe en Burgos alrededor de 25M de euros en Fondos de Desarrollo Rural
Quedan por pagar ayudas de 2013, 2014 y 2015, aunque estas últimas pueden abonarse hasta el próximo junio
UCCL calcula que el 90% de los agricultores y ganaderos estaría afectado por los retrasos
Félix Arribas lamenta que el nuevo plan europeo 2014-202o haya reducido el número de programas
Es difícil calcular cuál es la cantidad exacta que la Consejería de Agricultura y Ganadería debe a los profesionales burgaleses en concepto de Fondos de Desarrollo Rural. Son muchos programas y algunos están más avanzados que otros, en cuanto a pagos se refiere. Pero no estriba ahí el principal problema. Lo más preocupante es que las “deudas” no se circunscriben exclusivamente al actual programa de desarrollo rural 2014-2020, sino que también quedan por pagar ayudas del anterior, 2007-2013, que por fechas ya deberían haber sido abonadas.
En Castilla y León la deuda superaría los 220 millones de euros
La Unión de Campesinos de Castilla y León (UCCL) estima que la deuda de la Junta con agricultores y ganaderos de la región alcanzaría los 220 millones de euros, de los cuales 25 millones corresponderían a nuestra provincia. El presidente de UCCL Burgos, Félix Arribas, explica que faltan por pagar ayudas de 2013, 2014 y 2015, aunque reconoce que lo de este último ejercicio se puede abonar hasta junio del 2016. Además, la deuda en este caso no afecta exclusivamente al Gobierno Regional, ya que el Ministerio de Agricultura tendría todavía que entregar a la Consejería castellano y leonesa alrededor de 65 millones de euros.
Y es que los Fondos de Desarrollo Rural se financian a tres bandas, Europa, Gobierno y Junta, pero la administración que suele dar más problemas a la hora de cumplir con su parte del acuerdo es el Gobierno Autonómico. Así las cosas, miles de agricultores y ganaderos de la provincia están a la espera de que les lleguen las ayudas comprometidas, viviendo en algunos casos con la soga al cuello, después de haber realizado importantes inversiones, haber apostado por la modernización de sus instalaciones o haber asumido riesgos, que en teoría estaban amparados bajo un programa de ayudas.
Arribas asegura que los retrasos afectan, como mínimo, al 90 por ciento de los profesionales del campo de Burgos, que son más de 5.000, según los cálculos de la UCCL. Prácticamente a todos se les debe algo, puesto que son muchos los programas que conformaban el anterior plan de desarrollo rural: planes de mejora en instalaciones, programas medioambientales, incorporaciones de jóvenes, apoyo a las razas autóctonas… Así que Arribas espera que la nueva consejera del ramo, Milagros Marcos, se ponga pronto a trabajar en este asunto.
Pérdida de fondos
“En teoría se pone más dinero, pero en la práctica el beneficiario cobra menos”
El presidente de UCCL insiste en la importancia de cumplir con los plazos de pagos, y no sólo por lo que suponen los retrasos para los agricultores y ganaderos. Es que si no se hace de este modo, se corre el riesgo de que Europa retire parte de los fondos. Ya ocurrió hace tres años, recuerda Félix Arribas. La Junta incumplió con el programa y tuvo que devolver dinero que ya se había recibido, lo que se tradujo en una pérdida importantísima para el campo burgalés. Sólo en La Ribera se dejaron de ingresar 1,3 millones de euros, y el total perdido ascendió a 130 millones.
Arribas confía en que “no vayan a ser tan tontos” de volver a repetir la jugada. De todos modos, el presidente de UCCL está mas preocupado por la reducción de las ayudas previstas en el nuevo programa de desarrollo rural 2014-2020. Calcula que se habrán caído alrededor del 80 por ciento de los programas de años anteriores, quedándose sólo los más concretos. Fuera los programas medioambientales genéricos, las ayudas a la producción extensiva, a flora y fauna. Europa prima ahora las zonas desfavorecidas de montaña, las razas autóctonas, los humedales o la agricultura ecológica.