Fundación Cauce: Cuando buscar empleo es mucho más que encontrar trabajo
La entidad benéfico-asistencial desarrolla un programa específico de inserción laboral para mujeres
Ha atendido a 165 participantes, de las cuales 70 han tenido una entrevista de trabajo y 25 han encontrado empleo
El programa trabaja la autocandidatura, las nuevas fórmulas de búsqueda de empleo, la autoestima
Fundación Cauce desarrollará un proyecto de emprendimiento para mujeres en El Salvador con ayuda de la Diputación
Autorrealización, valoración personal, reconocimiento social, inserción profesional satisfactoria… Son algunos de los conceptos que se escuchan a los profesionales que trabajan en la Fundación Cauce cuando hablan de sus programas de inserción sociolaboral. La organización benéfico-asistencial lleva 20 años dedicada a ayudar a los colectivos más vulnerables, a las personas en riesgo de exclusión social, focalizando especialmente su atención en las mujeres. Y ahora que vivimos en un momento económico y laboral tan complicado, Fundación Cauce ha redoblado sus esfuerzos.
Si es difícil encontrar un puesto de trabajo en plena crisis económica, recuerdan, la situación se complica aún más si eres una persona con un nivel cultural bajo, si eres inmigrante, si no tienes ninguna experiencia laboral, si cargas con responsabilidades familiares, si presentas algún tipo de discapacidad… Y cuando a estas circunstancias particulares le sumamos la cuestión de género, los obstáculos parecen ser casi insalvables. Pero sólo casi, porque siempre se encuentra a alguien que te echa una mano, escucha tus cuitas, te reconforta y, lo más importante, te ayuda a construir una pértiga con la que superar esos obstáculos.
Un colectivo especialmente vulnerable
“La formación es la palanca de impulso al mundo laboral”
Y una de esas personas es Nuria Montané, trabajadora de la Fundación Cauce en Burgos. Se encarga, junto con otros compañeros, del programa de apoyo a la inserción sociolaboral de mujeres en situación de desventaja social. Un programa por el que han pasado ya alrededor de 165 mujeres, de las que 70 han conseguido una entrevista profesional y unas 25 han encontrado un puesto de trabajo. Y es que lo importante de este programa no es sólo que las participantes encuentren un empleo, sino que estén lo mejor preparadas posible para que puedan hacerlo con y sin la tutela de la Fundación Cauce.
Para ello, los profesionales de la ONG elaboran un itinerario de inserción personalizado. Lo primero es conocer cuál es la situación particular de la usuaria que llega a sus instalaciones. Situación familiar y personal, formación, experiencia profesional… La mayor parte de las mujeres que llegan a Fundación Cauce son extranjeras, principalmente dominicanas, ecuatorianas, colombianas, rumanas o marroquíes, recuerda Montané. Muchas de ellas cuentan con estudios de Secundaria y Primaria, otras con formación especializada. La mayoría con experiencia laboral, aunque algunas nunca han trabajado fuera de casa.
Se estudian cuáles son sus capacidades, sus posibilidades y sus intereses; cuáles son las opciones formativas y laborales de las que disponen; y se pone en marcha el mecanismo. La formación es una de las claves de los programas de inserción de Fundación Cauce, ya que “es la palanca de impulso al mundo laboral”, insiste Montané. Así que en el caso de las mujeres que llegan sin preparación, pero también para aquellas que quieren ampliar sus conocimientos, se ofrecen cursos formativos, propios y ajenos, vinculados a áreas como la enfermería, la atención a la dependencia, la geriatría, la atención sociosanitaria…
Candidaturas y autoestima
Otro de los puntos de trabajo claves es la autocandidatura. Montané reconoce que la Fundación Cauce se pone en contacto con muchas empresas de hostelería, limpieza, geriatría o servicio doméstico, para ofrecerles candidatas. Sin embargo, Montané apuesta porque sean ellas mismas las que se ofrezcan a las empresas, y para ello es fundamental que sepan confeccionar un buen Currículum Vítae y controlen las entrevistas laborales. Los talleres que se organizan en la Fundación van destinados a este objetivo, a que sean capaces de hacerse valer a través del CV y también en el cara a cara.
“Cada vez somos más exigentes”, asegura Montané, porque “sabemos que el CV es la llave que abre puertas”, pero también que la primera impresión es la que cuenta. Trabajar en la autocandidatura no se reduce exclusivamente a preparar el Currículum y aprender a comportarse en una entrevista, reconoce. El “proyecto” incluye también adaptarse a las nuevas formas de búsqueda de empleo, ayudarles a utilizar internet, descubrirles los portales de empleo, darles acceso a las instituciones… y trabajar la autoestima, la gestión del fracaso, cómo sacarse provecho o ponerse en valor.
Montané explica que se les ayuda a sentirse bien, a valorarse, a luchar por un trabajo digno, que les guste… Trabajar, hay que trabajar. La situación es complicada. Pero eso no obliga a tener que agarrarse a cualquier tipo de empleo, satisfaga personalmente o no, y bajo todo tipo de condiciones laborales. De ahí que la inserción laboral se centre no sólo en los sectores que más demanda de trabajores presentan, como la hostelería o la geriatría, sino también en aquellos que más puedan interesar a las candidatas, o para los que estén preparadas profesionalmente.
Asesoramiento integral
“Cada vez somos más exigentes con nosotros mismos”
“Inserción profesional y social satisfactoria”, insiste Montané, quien recuerda que el asesoramiento de Fundación Cauce toque todos los palos. Y es que además de poner a disposición de las usuarias todos estos recursos, también las ayudan si presentan problemas de violencia de género, requieren de asesoramiento jurídico, cuentan con algún tipo de discapacidad, requieren de ayudas económicas… No lo hacen directamente, sino que las derivan a aquellas entidades especializadas que trabajan con ellos, por ejemplo, Burgos Acoge, La Rueda, Fundación Lesmes o la propia administración.
Desde Fundación Cauce están satisfechos de la buena acogida que, en general, tienen en la sociedad sus programas de inserción. La mayor parte de las empresas con las que contactan, o a las que envían a sus usuarias, las reciben bien. Y donde mejor trabajan es con los particulares, con las familias que recurren a su bolsa de empleo con profesionales del servicio doméstico. Cuentan con mujeres preparadas, con formación y experiencia, a las que siempre se les hace un seguimiento del servicio que prestan. Bueno para el contratador, bueno para el contratado, que también tiene garantizadas unas condiciones dignas de trabajo.
Y también fuera
Pero los programas de inserción no sólo se desarrollan en Burgos. Desde Fundación Cauce también impulsan proyectos de cooperación internacional, y recientemente la Diputación les ha concedido una subvención de 11.160 euros con la que desarrollarán una iniciativa destinada a mujeres en situación de vulnerabilidad en El Salvador. El objetivo es facilitar la creación de fuentes alternativas de ingresos, a través de la generación de nuevas actividades profesionales, empresas y recursos laborales, en el caso de 60 mujeres del área metropolitana de San Salvador.
La Diputación aportará 11.000 euros para una iniciativa en El Salvador
Se trabajará primero en un cambio de mentalidad, despertando un espíritu emprendedor y convenciendo a las participantes de que pueden mejorar las condiciones de vida de sus familiar de manera directa. Luego se ofrecerá una formación técnica que les lleve a montar sus propios negocios. Se trabajará sobre todo en áreas productivas de fácil salida, como la panadería o la cosmetología, orientándolas en el duro mundo de la emprendeduría. De nuevo, la autoestima y la valoración personal son tan importantes como saber cómo tratar con las administraciones, cómo descubrir un nicho de negocio y cómo llevar tu propia empresa.