Que la Virgen nos dé paciencia, confianza, certeza y humildad

Fernando Gómez ha renovado los votos a la patrona pidiendo por los más desfavorecidos y aquellos que lo están pasando mal

El alcalde accidental también ha pedido “luz y acierto” a los cargos públicos que tienen que tomar decisiones en momentos difíciles

Se ha tenido un especial recuerdo para las víctimas de la violencia de género, rogando ayuda para luchar contra esta lacra

Que la Virgen nos dé paciencia, confianza, certeza y humildad La ciudad renueva sus votos a la patrona. PCR

Por los más desfavorecidos, por los que atraviesan momentos difíciles, por los que sufren las consecuencias de la crisis económica, por las víctimas de la violencia de género, por los que han perdido recientemente a algún familiar… Fernando Gómez ha pedido a Santa María La Mayor por todos ellos, pero también por los políticos y representantes públicos. La ciudad ha renovado sus votos a la patrona en la festividad de Asunción de la Virgen María, recordando el “honor” que supone contar con su protección, y asegurando que bajo su amparo “nada nos será imposible”.

El alcalde accidental ha pedido “luz y acierto a todos aquellos que tenemos la difícil responsabilidad de tomar decisiones, especialmente en estos momentos tan sensibles y complicados”. Ante la incertidumbre, Gómez ha pedido “confianza, paciencia, certeza y humildad”, pero sobre todo “capacidad de servicio”. Los ruegos han ido destinados a los más desfavorecidos y aquellos que peor lo están pasando, ya sea como consecuencia de la crisis económica, las enfermedades o cualquier situación complicada en el ámbito familiar y personal.

“Que colme a los burgaleses con los bienes espirituales y materiales que sin duda se merecen”

Un especial recuerdo ha tenido Gómez para las víctimas de la violencia de género, pidiendo a Santa María La Mayor ayuda para “superar esta lacra” que “tanto escandaliza a nuestra sociedad”. Pero también, que la Virgen “reconforte especialmente a aquellos que han perdido a algún ser querido en el último año” como consecuencia de la violencia machista. Como alcalde accidental, Gómez ha recordado que “queremos lo mejor para nuestra ciudad y para sus ciudadanos”, y por ese motivo le ha pedido a la patrona que “colme” a los burgaleses de los bienes espirituales y materiales “que sin duda se merecen”.

Ayuda se ha solicitado también para que Burgos “siga siendo una ciudad pacífica y acogedora”, pero, al mismo tiempo, para que se modernice, sea mejor y más generosa. Que todos los proyectos pendientes, lleguen a buen puerto. Y el último ruego de Gómez ha ido destinado a los niños de la ciudad, el “aliciente” de las familias para afrontar las durezas del día a día. El alcalde ha solicitado ayuda para que estos niños, cuando crezcan y se conviertan en jóvenes, puedan contar con un trabajo estable y una vida digna, en la que sean felices.

Una madre en el cielo

“Nuestra madre está intercediendo por nosotros en el cielo”

Por su parte, el arzobispo de Burgos ha aprovechado su homilía para recordar a los fieles la importancia de esta festividad, en la que se conmemora la ascensión de la Virgen María a los cielos. Un acto que muestra que “nuestro destino no está en al tierra, sino en el cielo”. La meta del hombre es “la gloria de Dios”, por eso este 15 de agosto es un buen momento para que los creyentes reflexionen sobre “si el ideal de nuestra vida está orientado al cielo o nos hemos creado otros paraísos, que el demonio se encarga de presentar como verdaderos”.

La ascensión de María supone la “coronación de una misión”, ha insistido Francisco Gil Hellín. Como madre de Cristo, “salvador y redentor” del hombre, y por “sus privilegios de inmortalidad y siempre virgen”, María “no sólo fue inmune a la corrupción del sepulcro, sino que alcanzó la vitoria plena sobre la muerte”, ascendiendo al cielo “como reina”. El arzobispo ha insistido en que la Virgen ha llegado a donde llegarán los fieles tras el Juicio Final, porque “nosotros también seros un día plenamente glorificados”. Y desde el Cielo, María continúa ejerciendo de madre, “intercediendo por nosotros”.