El Cronicón: un condado, un monasterio y un reino

Oña revive hasta el lunes los momentos más importantes de su historia, su conversión en Villa Condal y la fundación de San Salvador

Perfecto Uriel se estrena al frente de la representación, dotándola de mayor dinamismo y apostando por la improvisación

El Cronión ofrece la excusa ideal para conocer el rico patrimonio cultural de Oña, comenzando por la Iglesia Abacial

El Cronicón: un condado, un monasterio y un reino El Cronicón se puede disfrutar hasta el lunes 17. PCR

Un pedazo de nuestra historia se escenifica estos días en Oña. La Iglesia Abacial de San Salvador acoge la vigésimo octava edición de ‘El Cronicón’, representación medieval que nos transporta a los orígenes de Castilla, la “primigenia España”, y a uno de los momentos más trascendentales en la vida de la villa burgalesa. De la mano de Sancho García, político, estratega y guerrero de gran nivel, ante nuestros ojos Castilla se convertirá en un condado poderoso, primer paso para su constitución como Reino. Y Oña será protagonista indiscutible de este proceso.

Alrededor de 160 actores, todos ellos vecinos de la villa, se han puesto a las órdenes de Perfecto Uriel, que se estrena como director de ‘El Cronicón’. La obra se representa en un escenario eclesiástico, no teatral, y eso condiciona la puesta en escena. Conocedor de esta realidad, Uriel ha optado por dar más dinamismo a la representación a través de los propios actores. Mayor libertad de movimientos, expresividad e improvisación, dotando a la escenificación de un plus de realismo, pero conservando el rigor histórico y la solemnidad propias de ‘El Cronicón’.

Es el principal cambio que el espectador de la edición de 2015 podrá disfrutar, junto con la mayor implicación del narrador histórico y algunas modificaciones en la entrada y salida de los personajes en el escenario. Renovaciones en vestuario, que afectan principalmente a las damas y a algunos nobles, y la incorporación de un corro de niños que desde la plaza “llaman” a presenciar la representación, completan ese catálogo de novedades, en un espectáculo histórico, teatral, de iluminación y sonido declarado ‘Fiesta de Interés Turístico Regional’.

San Íñigo, elección divina

La escena de amor entre Sancho y Urraca es una de las más emotivas. PCR

La escena de amor entre Sancho y Urraca es una de las más emotivas. PCR

‘El Cronicón 2015’ ha conservado, sin alternaciones, la escena de calle ideada el pasado año por Joaquín Hinojosa. Las escalinatas de San Salvador son testigo del momento en el que Tigridia se aparece ante San Íñigo para convencerlo de que acepte ser el abad del Monasterio de San Salvador. “Dios quiere que seas tú el que devuelva el esplendor al Monasterio”, le asegura Trigridia, y él “te dará fuerzas” para asumir la responsabilidad. Sólo ante la aparición de la antigua abadesa de San Salvador, San Íñigo acepta la petición del Rey Sancho III El Mayor.

“Con sus ruegos y rezos hasta milagros procura” dice la tradición sobre San Íñigo. Un ermitaño que vivía “entre peñas” y al que Sancho III quiere encomendar la recuperación del monasterio fundado por sus suegros, Sancho García y Doña Urraca, y regentado por su cuñada, Tigridia. Sin embargo, San Íñigo no se considerará ni digno ni con fuerzas para acometer esa responsabilidad, considerando como una muestra de “soberbia y orgullo” aceptar el ofrecimiento. Estas reflexiones, así como las palabras de Tigridia, se escuchan en la escena de calle, previa al inicio del propio ‘Cronicón’.

Un conde contra el imperio musulmán

La historia que se recrea en Oña tiene lugar en los primeros años del siglo IX. La península ibérica lucha contra la amenaza musulmana, representada en Almanzor. El jefe del Califato de Córdoba controla los territorios al sur del Duero, aunque poco a poco va sumando nuevas conquistas en León, Navarra, Barcelona… Castilla resiste con Garci Fernández al frente, si bien su hijo, Sancho García, es más partidario de firmar una paz que permita a los territorios castellanos unificarse y fortalecerse. “Una muerte honrosa antes que pactar con Almanzor”, clama Garci Fernández.

Sin embargo, el conde morirá en el 995 a manos de los musulmanes. Será enterrado en el Monasterio de San Pedro de Arlanza y Sancho García jurará venganza por la muerte de su padre. Firmará un acuerdo de paz con Almanzor y comenzará a recomponer el Condado. Se convertirá en un “enemigo formidable y un poderoso rival”, primero como político y luego como estratega bélico. Cuando Almanzor “arrasa” con San Millán de la Cogolla, tras haberse llevado por delante Clunia, Silos, Covarrubias y Arlanza, Sancho García reconoce que “ha llegado la hora de la justicia divina”.

Primero caerá Almanzor, en el año 1040 en Calatañazor, y luego lo hará su hijo, dejando el Califato en manos del Conde de Castilla. Respetado dentro y fuera del condado, Sancho García es una figura clave de la historia de aquellos primeros años del siglo IX. Fue capaz de crear un condado en el que reinase el orden y la prosperidad,  a través de alianzas políticas y matrimoniales. A su hija Doña Mayor la casará con el Rey Sancho III de Navarra y a su hija Doña Sancha, con el Conde de Barcelona. Su hijo, Sancho García, se quedará con el Condado y… Tigridia será la abadesa del Monasterio de San Salvador.

Bellas bailarinas para un Califato sometido a Castilla. PCR

Bellas bailarinas para un Califato sometido a Castilla. PCR

La fundación de un monasterio

El 12 de febrero de 1011 comienza la gran historia de Oña, la Villa Condal, recuerda el narrador de ‘El Cronicón’. Cumpliendo con una promesa, Sancho García y Doña Urraca entregan sus bienes para fundar un monasterio, siguiendo la estela de los grandes de Silos, Cardeña, Arlanza y Covarrubias. Completan su “entrega” con su “ofrenda más preciada”, su hija Tigridia. De este modo, Oña se convertirá en el epicentro político y espiritual del Condado de Castilla, con un monasterio en el que en 1017 será enterrado Sancho García. “Muere el conde y con él, la esperanza de Castilla”, dice ‘El Cronicón’.

El territorio pasará a manos de Sancho III El Mayor, que llegado el momento, y viendo la enemistad existente entre sus cuatro hijos, repartirá su reino. Don García le corresponderá Navarra, con Oña; a Don Fernando, Castilla. Don Ramiro se quedará con Aragón y Don Gonzalo, con Ribagorza y Sobrarbe. Será entonces cuando el Rey le pida a San Íñigo que se haga cargo del Monasterio de San Salvador, convirtiéndose en su principal asesor político y espiritual. Lo será también de sus hijos, que acabarán enfrentados a la muerte de su su padre, en 1035.

Don García y Don Fernando lucharán en Atapuerca, dando el segundo muerte al primero. “Yo era el mayor, eran míos los reinos”, clamará Don García en brazos de San Íñigo mientras exhala su último suspiro.‘El Cronicón’ cierra telón con la muerte de Sancho II, en el Cerco de Zamora, a manos de Bellido Dolfos, en una traición orquestada supuestamente por su hermano, Alfonso VI. El Cid Campeador traerá hasta Oña el cuerpo de uno de los hijos de Fernando I, jurando venganza, y sobre todo que no servirá al rey Alfonso hasta que no le jure que no ha tenido nada que ver en la muerte de su hermano.

Imprescindible

Una historia emocionante, que no deja indiferente a nadie. Las representaciones comenzaron el jueves, pero aún pueden disfrutarse hasta el lunes. Las entradas, a un coste de entre 11 y 14 euros, se pueden adquirir a través de la web www.elcronicondeona.com, en las taquilla de la localidad o en el teléfono 947.300.477. Las representaciones dan comienzo a las 22:00.