Beltza, un perro salvado del sacrificio

Después de la detención de su dueño por maltrato animal, Beltza se encontraba en la perrera sin nadie que se lo llevase

Todo parecía perdido para el perro, hasta que Joseba, de la Asociación de Animales Mary y Adam, decidió encargarse de la acogida

Ahora la asociación busca un dueño definitivo para Beltza, que ya cuenta con microchip y vacunas

Beltza, un perro salvado del sacrificio El perro Beltza junto a Joseba, su dueño de acogida. BC

Hace un par de semanas informábamos de la detención de E.J.J de 70 años por maltrato animal contra su perro. La Guardia Civil encontraba al perro en una localidad de la comarca del Arlanza, que presentaba una severa lesión en la pata posterior derecha. Los agentes gestionaron la recuperación dado que tuvo que ser operado de urgencia. Mientras tanto, la Guardia Civil comenzó a buscar a su dueño, hasta que dieron con él y le detuvieron. Durante ese tiempo, el cánido fue trasladado a la perrera de la Diputación de Burgos.   

Pasados 20 días de haber encontrado a Beltza, que es el nombre del perro, la normativa exige a la perrera a sacrificar al animal si no ha aparecido un nuevo dueño. Aun así, Juanfran, uno de los responsables de la perrera, decidió mantenerlo con vida por más de un mes. Pero la cosa no acaba aquí, gracias a la noticia publicada por ‘burgosconecta.es’, los miembros de la Asociación de Animales Mary y Adam del Valle de Mena, se enteraron de la situación del animal y llamaron pidiendo información. Esta asociación se encarga de la defensa y protección animal en el Valle de Mena ayudando a perros, caballos, burros, etcétera.

Cuando preguntaron, se les informó de que una chica había decidido acoger a Beltza mientras continuasen sus procesos de curación. Sin embargo, se echó atrás en el último momento. Dadas las circustancias, Joseba, uno de los miembros de la asociación, decidió acoger a Beltza en su casa a pesar de tener tres perras. Se pusieron en contato con Juanfran para preparar el traslado de la perrera al Valle de Mena donde residía. Joseba se encarga de sus curas y de cuidarlo constantemente.

Beltza, a pesar de todo lo que ha tenido que sufrir, es muy obediente y cariñoso, mostrándose feliz a todas las horas del día. Aún así, Joseba no puede hacerse cargo del animal durante mucho más tiempo y la asociación busca a alguien que le adopte. Cuando le encontraron, el perro no disponía de microchip ni de las vacunas necesarias, pero ahora ya lo tiene todo en regla.

La asociación se compromete a pagar el traslado al que quiera adoptar a Beltza. Solo piden compromiso y cariño para Beltza y que no vuelva a pasar por todo lo que ha tenido que pasar. El que quiera puede ponerse en contacto con la asociación desde su Facebook.