La Protectora de Animales, al límite
Más de 80 cachorros de gatos abandonados en lo que verano en las instalaciones de la Protectora de Animales de Burgos
El problema principal, aseguran, no es la falta de espacio, sino la falta de concienciación
Han conseguido parar los sacrificios en la perrera municipal y que un veterinario vaya cada dos días a las instalaciones
“Él no lo haría, no lo abandones“. Este lema es conocido por todo el mundo gracias a las campañas en contra del abandono animal que se han emitido en televisión desde hace más de una década. Por lo visto, hay personas a las que parece que no les ha llegado el mensaje y continúan abandonando a sus mascotas por motivos como: “me he cansado de mi perro”, “ha tenido muchas crías”, “no tengo dinero para mantener a mi gato” y un largo etcétera.
Para ayudar a estos animales indefensos surgen colectivos como la Asociación Protectora de Animales de Burgos. Esta asociación sin ánimo de lucro se encarga de recoger animales abandonados, darles alimento, atención sanitaria y cariño humano. Y de paso también salvan algún que otro animal en peligro de sacrificio de la perrera municipal.
Pero este verano, no todo va sobre ruedas en el salvamento animal, casi un centenar de cachorros de gatos han llegado en el último mes a las instalaciones. De esta manera, suman más de doscientos animales entre gatos y perros en unas instalaciones en las cuáles no caben muchos más. Cada día, se abandonan una media de cinco cachorros que aparecen “por arte de magia” en la puerta del recinto. En invierno, debido a las condiciones meteorológicas, la mayoría de los recién nacidos mueren sin que el dueño tenga tiempo de llevarles a las instalaciones.
Ingenio contra el abandono
Para buscar rápidamente gente que adopte estos cachorros, la Protectora ha creado una iniciativa bastante interesante llamada ‘Miaudoptas‘. En 10 bares diferentes de la ciudad, puede verse una exposición fotográfica sobre los cachorros felinos que se encuentran en las instalaciones. Las fotografías valen 3 euros y sirven para apadrinar al cachorro en caso de no querer adoptarlo. Los bares que acogen l exposición son: Sam’s cookies, Café Olé, Bardeblás, Ruido Azul, Tarascados, Sanfran, Ágora, La casa de las musas, El baúl de la Piquer y el Hangar.
Tras poner en marcha esta iniciativa, ya han conseguido dar en adopción algunos cachorros y recaudar fondos. Aunque no son suficientes, dado que el gasto mínimo al mes del refugio es de 4.000 euros entre la comida (1.000) y pagar los veterinarios (3.000). Cada mes, su mercadillo benéfico mensual se desinfla un poco, habiendo tenido 500 euros de beneficio en el último. Aun así, no se les pasa por la cabeza abandonar la causa por problemas económicos.
La importancia de la concienciación
Por su parte, la Protectora no se plantea una ampliación del refugio para que entren más animales dado que, para ellos, esa no debería ser la solución. Advierten de la importancia de la concienciación de la población desde pequeños, de esa manera nadie debería abandonar nunca a un animal por ningún motivo. Además de hacer hincapié en que no hay que comprar animales en tiendas de mascotas, sino adoptarlos.
En este sentido, la asociación demanda un endurecimiento de la legislación para que abandonar a una mascota salga mucho más caro de lo que resulta actualmente. También solicitan la realización de controles para hacer un seguimiento de los animales y sus dueños.
Lucha contra la perrera
La perrera municipal de Burgos también ha sido una de las luchas de la Protectora de animales en Burgos. Pero la entrega da sus frutos y, han conseguido que en el último año no se sacrifique ningún animal. Y eso, es meritorio, dado que la ley obliga a la perrera a sacrificar a los animales 20 días después de entrar si no aparecen sus dueños o alguien que les adopte.
Además, han conseguido que un veterinario visite la perrera uno de cada dos días. Por su parte, la relación de la Protectora con el Ayuntamiento de Burgos ha mejorado notablemente.
El deseo de todos los miembros de esta asociación es bastante claro, no existir. Sí se cumplieran todos los objetivos que tienen en mente, los animales no necesitarían de su protección. Lamentablemente, aún les queda mucho camino por recorrer para conseguir desaparecer.