Casi 200 animales han pasado ya por el nuevo Centro de Recuperación de Albillos

Las instalaciones inauguradas en  marzo atienden en estos momentos a 45 animales, principalmente aves

Tienen capacidad para 100 aves y 25 mamíferos simultáneamente y sirven a Burgos, Palencia y Soria

Durante el 2014, el CRAS ubicado en Los Guindales registró 506 ingresos para recuperación

Casi 200 animales han pasado ya por el nuevo Centro de Recuperación de Albillos El CRAS recibe también la visita de los escolares. GIT

El Centro de Recuperación de Animales Silvestres (CRAS) ha registrado 193 ingresos desde su apertura el pasado 25 de marzo, de los cuales, el 40 por ciento ya han sido liberados. En este momento, un total de 45 animales se encuentran en proceso de recuperación en estas nuevas instalaciones, ubicadas en Albillos, y que son las más grandes de la red de Castilla y León. Priman las aves, que han supuesto un 68 por ciento del global de animales atendidos, frente a un 27 por ciento de mamíferos, según los datos facilitados por la Consejería de Medio Ambiente.

El centro burgalés, de referencia para las provincias de Palencia y Soria, cuenta con más de 16.000 metros cuadrados de extensión, divididos en zona clínica, zona administrativa y 17 voladeros. Tiene capacidad para atender simultáneamente 100 aves y 25 mamíferos, y se prevé que anualmente puedan registrar más de 600 ingresos. De hecho, durante el pasado año, el CRAS ubicado en Los Guindales atendió a 506 animales, la segunda mayor cifra de Castilla y León, sólo por detrás del centro de Valladolid, que atendió a 86o aves y mamíferos.

Las nuevas instalaciones cabe destacar la zona de voladeros, con 17 jaulones con un tamaño que oscila entre los 20 y los 5 metros. Al contar con espacios de diferentes tamaños y alturas, el equipo veterinario puede organizar mucho mejor la recuperación de las aves en función de sus lesiones. De este modo, la ubicación de los animales en uno o en otro de los voladeros dependerá de si se busca que mejoren su musculación, que perfeccionen el vuelo o simplemente que se recuperen. Además, el CRAS aplica las nuevas tecnologías para cuidar la fauna, apostando por las energías limpias y optimizando la luz natural.