Burgos será el centro de investigación de Campofrío en toda Europa
La empresa lleva trabajando varios meses junto con la UBU en un Centro de Investigación en Industria Alimentaria que será pionero en toda España
Todos los grupos políticos han mostrado su sensibilidad para copar de facilidades la cesión del suelo y el acondicionamiento del entorno de Bakimet
El edificio tendrá más de 3.000 metros cuadrados y costará alrededor de 8 millones de euros contando con el equipamiento
Se estima que podrían trabajar en el centro unas 80 personas, 40 investigadores de Campofrío y 40 estudiantes de la UBU
Burgos se convertirá en el centro de investigación de Campofrío en toda Europa. La firma de productos alimentarios quiere centralizar en la capital burgalesa su laboratorio más importante, en un modelo de cooperación con la Universidad de Burgos (UBU) en el que el Ayuntamiento al unísono dispondrá de todas las facilidades. Se construirá un Centro de Investigación en Industria Alimentaria en el entorno de Bakimet que podría rondar entre 3.000 y 3.500 metros cuadrados con una inversión total de unos ocho millones de euros, cuatro en el propio edificio y cuatro más en la dotación de los laboratorios.
Son los primeros datos surgidos de la reunión que han mantenido responsables de la Universidad de Burgos, junto con las diferentes fuerzas políticas del Ayuntamiento. El objetivo de la UBU era exponer el trabajo conjunto realizado entre las institución educativa y la empresa para conseguir que el Ayuntamiento cediese el suelo de la parcela escogida en el entorno del campus universitario. La respuesta por parte del Consistorio ha sido más que positiva y todos los grupos políticos han visto la importancia de un proyecto que convertirá a Burgos en la referencia investigadora de Campofrío en Europa.
En torno a 80 personas podrían trabajar de forma continua en el centro
Alfonso Murillo, rector de la UBU, ha estimado en 80 las personas que podría estar trabajando de forma regular en el nuevo Centro de Investigación en Industria Alimentaria. Unos cuarenta corresponderían a investigadores de la empresa y los mismos, estudiantes y recién titulados, podrían encontrar acomodo allí. Sin embargo, Murillo no ha querido destacar tanto el factor humano que se materializaría en puestos de trabajo, como sí los resultados obtenidos de los laboratorios.
Un proyecto ambicioso
El alcalde, Javier Lacalle, ha calificado el proyecto de “ambicioso, relevante y único para la ciudad”. De esta forma, Lacalle entiende que el esfuerzo por llegar a materializarlo debe ser conjunto y eso implica de lleno al Ayuntamiento que cedería parte de una gran parcela en Bakimet valorada en varios millones de euros. No hay que ovidar tampoco lo que supondrá acondicionar el entorno del centro con viales y suministros.
Para cuándo
Aunque es muy difícil llegar a concretar un plazo de tiempo para su ejecución, el objetivo de Campofrío es inaugurar el centro de investigación conjuntamente con la factoría, entorno a finales de 2016. Sin embargo, el alcalde lo ve inviable y ha puesto el 2017 como fecha para hacer realidad el proyecto. Acabarlo en ese año “sería un logro extraordinario”, ha explicado Lacalle, quien advierte que la tramitación es compleja y los plazos, con la ley en la mano, se alargarán.
Modelo aún por definir
El modelo de cooperación entre la UBU y Campofrío está por concretarse. Al tratarse de un terreno por explorar, Alfonso Murillo ha sido cauto en cuanto a la fórmula jurídica en la que se concretará esta relación. Sin embargo, Murillo entiende que “lo lógico” es un “régimen consorcial”.