Se autorizan nuevos derribos en Campofrío a la espera del proyecto de ejecución

La cárnica ha solicitado derribar varios edificios anexos y muros de delimitación no afectados por el incendio

Los técnicos sospechan que se están planteado una reordenación de la parcela para sacarle más partido

Cualquier cambio en el proyecto básico requeriría de aprobación de modificado y podría retrasar la obra

Se autorizan nuevos derribos en Campofrío a la espera del proyecto de ejecución Campofrío ha demolido el edifico principal y ahora va a por el resto. GIT

La Comisión de Licencias ha dado esta mañana el visto bueno a la solicitud presentada por Campofrío para ampliar la licencia de demolición que le fue concedida en diciembre, tras declararse en ruina la planta de La Bureba afectada por el incendio del  pasado 16 de noviembre. La empresa cárnica solicitaba poder demoler también una serie de edificios anexos a la fábrica, que si bien no se habían visto envueltos en las llamas, no parecen encajar en el nuevo proyecto. Poco más saben en Licencias, mientras siguen esperando la llegada del proyecto de ejecución, último paso para poder iniciarse los trabajos en la parcela.

La concejal de Licencias, Ana Bernabé, recuerda que la licencia inicial estaba vinculada exclusivamente a la planta incendiada, que se declaró en “ruina inminente”, dado el estado en el que se encontraba. A continuación, Campofrío pidió ampliar los permisos para actuar en el subsuelo y las cimentaciones. Y la tercera ampliación se refiere a los servicios generales, el lavado de camiones, la sala de absorción, la caseta de agua, la de gestión de residuos peligrosos y el control de acceso. En total, unos 2.130 metros cuadrados que han quedado fuera de servicio, a los que habría que sumar varios muros de delimitación de la parcela.

Posible reordenación de parcela

En Licencias se muestran preocupados por los plazos, pero también cautos

De acuerdo con los informes técnicos que dan el visto bueno a la concesión de la ampliación, esta última fase de demolición tendría un coste aproximado de 98.500 euros, y debería ejecutarse durante los dos meses siguiente al inicio de las actividades. Bernabé explica que “intuyen” que Campofrío está planteando una nueva reordenación de la parcela, para  salvar problemas de linderos con la N-I y las vías del ferrocarril o reubicar las naves previstas. Sin embargo, son todo conjeturas, porque no saben hasta qué punto la cárnica estaría trabajando en modificar el proyecto básico presentado.

Y es que en Licencias sólo disponen de este documento, para el que se ha concedido ya la licencia de obra. Pero para poder comenzar a trabajar en la parcela se necesita que la empresa presente el proyecto de ejecución, así como el estudio de descontaminzación de suelo que se les solicitó desde el propio Ayuntamiento. Y todavía no saben nada al respecto. Así que Bernabé, si bien se muestra preocupada, también es cauta, puesto que no sabe hasta qué punto la solicitud de ampliación de demolición recién aprobada puede afectar al proyecto.

La concejal insiste en que si estuviesen pensando en un cambio sustancial sobre el proyecto básico, la cárnica tendría que presentar la modificación ante los técnicos, para conseguir su visto bueno, lo que retrasaría toda la tramitación administrativa y el inicio de las obras. Sin embargo, Bernabé recuerda que también cabe la posibilidad de que sólo se modifique una parte de ese proyecto básico, lo que no impediría presentar el proyecto de ejecución sobre el resto, y comenzar las obras de manera parcial mientras los técnicos estudian la modificación.

Difícil en julio

De una manera o de otra, a fecha 21 de julio, Campofrío no habría remitido ni modificado ni proyecto de ejecución, así que cada vez está más difícil que las obras comiencen este mes, como se había previsto en algún momento. Aún así, el verano es largo y lo importante es que la nueva planta esté en construcción este mismo año, para que a finales de 2016 pueda comenzar a producir.