Las brigadas contra incendios forestales inician mañana tres jornadas de huelga

Los sindicatos mantienen las negociaciones con Tragsa, la empresa que gestiona el servicio que depende del MAGRAMA

Demandan que se les consideren bomberos forestales, se cree la figura de 2ª actividad y no perder derechos laborales

Existen únicamente 10 BRIF en toda España, 3 están en Castilla y  León, pero responden a llamadas de cualquier comunidad

Si no existe acuerdo en las próximas semanas, los trabajadores tienen convocada una huelga indefinida a partir del 27

Las brigadas contra incendios forestales inician mañana tres jornadas de huelga Los profesionales responden a llamadas de todo el país. MAGRAMA

Van por la cuarta reunión de la mesa negociadora, pero se avanza poco. Los trabajadores de las BRIF, Brigadas de Refuerzo contra Incendios Forestales, continúan planteando una serie de mejoras en sus condiciones laborales a la empresa Tragsa, encargada de la gestión de este servicio que depende directamente del Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente. Y como no se ha conseguido llegar a ningún acuerdo, y se ha visto poca voluntad negociadora por parte de la empresa, las BRIF mantienen sus tres jornadas de huelga, previstas del 15 al 17 de julio.

Tres son las principales reivindicaciones planteadas por este colectivo, según explica Jorge Nieto, delegado en Comisiones Obreras. Por un lado, los trabajadores piden cambiar de categoría profesional, para que se les empiece a considerar bomberos forestales y no peones de montes. La categoría existe, pero ni el Ministerio ni ninguna comunidad autónoma la reconoce, así que el primer paso para conseguirlo sería que fuese reconocida por Tragsa en su convenio laboral, una medida que no le supondría ninguna variación en las retribuciones salariales de los trabajadores, insiste Nieto.

La categoría de bombero forestal ya existe, pero ninguna administración la reconoce y se les considera peones de montes

Eso sí, los beneficios vendrían en el momento en el que se reconocen también una serie de enfermedades profesionales y, dadas las condiciones “penosas” de trabajo, la aplicación de un coeficiente de reducción que les permitiría jubilarse antes de tiempo. La empresa sólo les ofrece buenas palabras, aseguran desde el sindicato, pero nada más. Tampoco se avanza mucho en la solicitud de creación de una 2ª actividad profesional, que permitiría dar acomodo a los trabajadores que llevan años “jugándose la vida” cuando ya no pueden estar en la primera línea de fuego, literalmente.

Segunda actividad

Nieto explica que los profesionales de las BRIF pasan anualmente una serie de pruebas físicas. El primer año que no se superan, son excluidos y se van de excedencia forzosa. Al segundo, se van a la calle. Desde Comisiones Obreras consideran que sería muy positivo contar con trabajadores en 2ª actividad, pero es algo en lo que deben de trabajar conjuntamente Tragsa y el Ministerio. La empresa debe plantear su creación y el Gobierno incrementar la partida presupuestaria para darle cabida. Sin embargo, poco se avanza en este aspecto, asegura el delegado sindical.

Y finalmente, las reivindicaciones llegan al apartado económico. Salarios “irrisorios” para el trabajo que desempeñan, por debajo de la media de los que cobra el colectivo de lucha contra incendios, con entre 850 y 900 euros mensuales. Además, el plus de peligrosidad por extinción de incendios durante la campaña de verano son 120 euros al mes, y ahora que Tragsa está negociando el convenio colectivo, la empresa quiere aprovechar para excluir a los trabajadores de las BRIF de algunos conceptos. Conceptos como ese plus de riesgo de incendios, el de altura o los 200 euros anuales por no poder disfrutar de vacaciones estivales.

Nos afecta a todos

Las BRIF están entrenadas para los incendios más graves, pero colaboran con las comunidades en los fuegos de menor intensidad

Por todos estos motivos, el colectivo ha declarado tres días de huelga, y se espera la participación de entre el 85 y el 90 por ciento de la plantilla nacional. Y es que estas unidades helitransportadas, especialmente entrenadas para combatir los grandes incendios de nivel 2, pero que también colaboran con las comunidades en extinción y prevención de fuegos menores, están repartidas por todo el territorio español. Sólo existen diez en toda España, de las cuales tres se localizan en Castilla y León, Lubia (Soria), Puerto del Pico (Ávila) y Tabuyo del Monte (León), en las que trabajan alrededor de 150 profesionales.

Responden a avisos de cualquier punto del país, recuerda Jorge Nieto, así que su huelga afectará a todas las regiones y provincias. De todos modos, se contará con unos servicios mínimos aún por concretar, aunque la empresa ha planteado el 50 por ciento de la plantilla en horario de mañana y el 75 por ciento por la tarde, en el caso de especialistas, y el 100 por cien para los técnicos (que son imprescindibles). Además, los propios trabajadores están dispuestos a organizar cuadrillas de voluntarios y a responder ante cualquier aviso de envergadura, porque no quieren que la sociedad o el medio ambiente se vean afectados por un problema de índole laboral.

Nieto es consciente de la huelga “pierde eficacia” si están dispuestos a trabajar o colaborar aún no formando parte de los servicios mínimos, pero los profesionales tienen muy claro que lo primero es la población y el medio ambiente. Aún así mantendrán la lucha, porque saben que la huelga es la única herramienta de la que disponen para presionar a Tragsa y al Ministerio, y evitar que les sigan dando largas hasta que finalice la campaña. Esta mañana hay reunión en Madrid, aunque no se esperan grandes cambios en la postura de la empresa, y la siguiente será el 17. Si no hay acuerdos, las BRIF entrarán en huelga indefinida el 27 de julio.