Bañeres: “No nos quedó más opción que votarnos a nosotros mismos”
La portavoz de Ciudadanos hace un repaso de sus primeras semanas en el Consistorio, en las que ha tenido que lidiar con críticas externas y problemas internos
Defiende la decisión de su grupo de votarse a sí mismos en la investidura
Critica la actitud de Silvia Álvarez de Eulate, a quien exige la devolución del acta
Habla rápido, pero piensa lo que dice. Sin experiencia política previa, Gloria Bañeres se ha convertido en un actor fundamental en la política burgalesa. Abogada de profesión, decidió embarcarse en esta aventura hace pocos meses y acabó siendo la candidata de Ciudadanos a la Alcaldía. El empuje de la formación naranja en el ámbito nacional hacía prever que el partido entraría con fuerza en el Consistorio burgalés, como así ha sido. Con 12.490 votos y cuatro concejales se convirtió, de la noche a la mañana, en la llave del Gobierno municipal, apelando en todo caso al cambio y abanderando la “nueva política”. Sin embargo, este viaje no ha estado exento de problemas y críticas. Cambios de postura en torno a la investidura, ruptura de negociaciones e incluso fragmentación interna. Y en mitad de todo ese terremoto, Bañeres encuentra unos minutos para repasar con BurgosConecta lo vivido hasta ahora.
¿Cómo valora los resultados electorales?
Estuvieron dentro de las expectativas. Según la mayoría de las encuestas, íbamos a conseguir entre cuatro y cinco concejales, aunque hubo alguna que nos daban siete. Sin embargo, nunca nos fijamos en esas, ya que nos parecía una especie de estrategia para que los votantes del PP no se quedaran en casa. Sin duda, fueron unos resultados muy positivos, aunque ahora se han visto reducidos a tres. Nos ha durado poco la alegría.
Ahora que ya están dentro del Ayuntamiento, ¿qué se han encontrado?
“Muchos concejales llevan muchos años en política y nosotros todavía estamos empezando”
“Muchos concejales llevan muchos años en política y nosotros todavía estamos empezando”
Pues ya hemos tenido algún encontronazo, empezando por el día de la investidura y todas las circunstancias que rodearon la autovotación y la abstención de una concejala. Afrontar todo eso en el mismo fin de semana, con toda la tensión que ya acumulábamos, con la sobreexposición a los medios y sin experiencia fue muy duro. Además, cuando llegué a ese pleno y vi la actitud tan agresiva que tomaron desde la bancada de enfrente (PSOE e Imagina), pensé que con estas personas no vamos a poder entendernos. El segundo pleno, sin embargo, se realizó en otro tono y hemos visto que podemos funcionar. Aparte, también me he dado cuenta de que muchos concejales llevan muchos años en política y conocen todos los entresijos del Ayuntamiento, mientras que nosotros todavía estamos empezando y a veces nos vemos en inferioridad de condiciones.
¿Cómo explica el cambio de postura de Ciudadanos a respecto de la investidura?
Uno tiene que asumir las decisiones que toma, sean acertadas o no. Nosotros creemos que la autovotación era la postura acertada, aunque no se haya interpretado así. Desde el primer momento dijimos que íbamos a respetar a la lista más votada y eso lo cumplimos. Ante una lista mayoritaria, como fue la del PP, nosotros les dimos la opción de intentar llegar a un acuerdo de manera prioritaria y fueron los primeros que recibieron nuestro catálogo de medidas. Al no llegar a ningún acuerdo, con las mismas nos fuimos al otro lado, pero tampoco llegamos a ningún acuerdo. Entonces llegó un momento en el que apenas nos quedaban opciones, entre ellas, la de votarnos a nosotros mismos, que al final es la más legítima, ya que teníamos el apoyo de 12.500 burgaleses. Eso sí, lo hicimos como un acto simbólico más que otra cosa.
¿Gloria Bañeres quería ser alcaldesa?
Éramos conscientes de que sólo teníamos cuatro concejales, por lo que no es cierto que quisiera ser alcaldesa. A partir de ahí, también es cierto que cuando uno se autovota aparece un nuevo escenario que depende de otros partidos, que podrían haber dicho “con tal de que no salga el PP, votamos a esta tía”. Poniéndonos en esa tesitura, dijimos en todo momento que no íbamos a gobernar sólo con cuatro concejales y planteábamos abrir la Junta de Gobierno a los cuatro partidos. Obviamente, en muchos sectores no se ha entendido.
Dice que no quería ser alcaldesa, pero ¿y si llega a recibir el apoyo del PSOE e Imagina?
Decir que no quería ser alcaldesa significa que en ningún momento impuse esa condición para gobernar. Cuando nos presentamos a las elecciones lo hicimos para ganar, pero desde el primer momento éramos conscientes de que iba a ser muy difícil tener un cambio radical en Burgos y que el PP tenía las de ganar.
Aún así, ¿llegaron a plantearse esa posibilidad?
“Tenemos una capacidad de moderación que no tiene el resto. Somos los únicos que se han sentado a hablar con todos”
“Tenemos una capacidad de moderación que no tiene el resto. Somos los únicos que se han sentado a hablar con todos”
Sí. Durante todas las negociaciones llegó un momento que alguien dijo “me parece que no nos va a quedar otra opción al margen de votarnos a nosotros mismos”. En un primer momento yo dije “cuidado, que entonces nos pueden votar y sólo somos cuatro concejales”. Pero luego nos dimos cuenta de que eso precisamente confluía mucho con nuestro mensaje. Somos nosotros los que hemos dicho que debe abrirse la Junta de Gobierno para que no sea un rodillo. Además, creo sinceramente que tenemos una capacidad de moderación que no tienen el resto de fuerzas, ya que entre ellos no se han querido ni acercar. Somos los únicos que nos hemos sentado a hablar con todos y que teníamos puntos de encuentro en según que cosas con todos.
¿Por qué no llegaron a un acuerdo con el PP?
Nosotros planteamos un catálogo de medidas sobre organización municipal, democratización interna, transparencia y proyecto y no las asumieron.
Pero Javier Lacalle dijo que habían aceptado el 90 por ciento de sus propuestas.
Se precipitó. Sinceramente, no sé el número de medidas que asumieron o no, pero las que aceptaron eran todas las que tenían que ver con partidas presupuestarias y proyecto de ciudad. Es decir, aquellas que a ellos, como Equipo de Gobierno, no les afectaban. En cambio, todo lo que tenía que ver con organización interna, eliminación de las sociedades municipales y organismos autónomos, concejalías liberadas o la apertura de la Junta de Gobierno quedaron sin acuerdo. Y eso era lo más importante de toda la batería de propuestas.
¿Y con el PSOE e Imagina?
“En el PSOE e Imagina vimos sobre todo un revanchismo hacia el PP”
“En el PSOE e Imagina vimos sobre todo un revanchismo hacia el PP”
Cuando terminamos las negociaciones con el PP, con las mismas nos fuimos al otro lado, pero allí nos encontramos, para empezar, a dos interlocutores en vez de uno. Eso requería que ellos dos llegaran a un acuerdo previo, que finalmente alcanzaron. A partir de ahí, nos presentaron una serie de medidas con las que no estábamos de acuerdo en su totalidad, aunque sí en muchas. Pero lo que vimos sobre todo fue un revanchismo hacia el PP. Por momentos parecía un odio visceral. De hecho, cuando anunciamos que nos íbamos a votar a nosotros mismos, yo hablé tanto con Raúl (Salinero) como con Daniel (de la Rosa) y les expliqué la propuesta de abrir la Junta de Gobierno a todos los grupos y ellos no la admitieron, ya que eso suponía que también entrara el PP.
Pero PSOE e Imagina le acusan de no querer sentarse a negociar tras el anuncio de la autovotación.
Sí, lo han dicho, pero yo tengo llamadas registradas en mi teléfono de la noche del día 11 y de la mañana siguiente. Con Daniel hablé por la noche y con Raúl por la mañana. En esas llamadas se les explicó la propuesta y los dos se lo trasladaron a sus respectivas organizaciones. De todas formas, yo entiendo que toda la campaña del PSOE y de Imagina se ha centrado en culparnos a nosotros de algo de lo que no éramos los culpables. Mientras planteábamos la abstención fuimos la cabeza de turco, pero en el momento en el que decidimos autovotarnos, que fue lo mismo que decidieron hacer ellos, ya no éramos los únicos culpables.
¿Cómo se traga todo eso?
Tenemos poca fuerza. Somos un partido pequeño y, en términos generales, los medios nos han atribuido esa culpa. Somos David contra Goliat. Es difícil quitarse ese sambenito. Al final hiciéramos lo que hiciésemos, nunca habríamos satisfecho a todos y en última instancia íbamos a ser culpables de algo.
Con todo, ese cambio de postura, además, ha conllevado problemas internos. ¿Qué ha pasado con Silvia Álvarez de Eulate?
“Con Silvia Álvarez de Eulate sabíamos que corríamos el riesgo de que se desmarcara, pero nunca pensamos que fuera a ser en el primer pleno”
“Con Silvia Álvarez de Eulate sabíamos que corríamos el riesgo de que se desmarcara, pero nunca pensamos que fuera a ser en el primer pleno”
De cara a la galería, da la sensación de que la ruptura con Silvia deriva de eso, pero apenas es la punta del iceberg. Con esta persona ya arrastrábamos una problemática y sabíamos que en cualquier momento corríamos el riesgo de que se desmarcara, aunque nunca pensamos que fuera a ser antes del primer pleno. En Ciudadanos, como me imagino que pase en el resto de partidos, cada uno puede opinar lo que le de la gana. Faltaba más. Durante la noche previa, cuando intenté convencerla de mantener una imagen de partido unido y le recordé que estaba dentro de una maquinaria, en la que podía hacer lo que quisiera, pero tendría que atenerse a las consecuencias. La gente no ha votado ni a Silvia, ni a Gloria, ni a Jesús ni a Vicente. La gente ha votado a Ciudadanos Burgos. Se nos han puesto a disposición unas siglas y unos medios, pero ligados en todo caso a un programa. Si no te parece bien, que es legítimo, te vas.
En todo caso, se estuvo hablando de la posibilidad de votarnos a nosotros mismos durante varios días y a la gente le pareció una buena idea, incluida la Junta Directiva, que nos dio su beneplácito. Ese mismo día, estuvimos reunidos con ella durante dos horas y en todo momento ella dijo que no lo veía, pero éramos 3 contra uno y tanto la Junta Directiva como el delegado territorial nos dieron su apoyo. Al final, esto es un partido y las decisiones se someten a la mayoría. Entonces, ella nos dijo que tenía que hablar con su gente. Por mantener la situación, le dimos tiempo y finalmente convocamos a los medios para dar a conocer la decisión. Hablamos por teléfono y me dijo que sin su consentimiento no podíamos hacerlo. A partir de ahí, ella se abstuvo.
Hasta ahí es la parte que se ve, pero luego hay otra que no se ha visto y que venía de tiempo atrás. Uno de los requisitos para presentarse a las primarias era llevar afiliado al menos seis meses, pero había gente que no llegaba a esa cifra. En ese escenario, y en un alarde democrático, el partido abrió el proceso a todos y hubo una afiliación masiva de personas con un objetivo muy espurio, como fue aupar, entre otros, a Silvia. El problema, en suma, viene de unas personas que han querido dar un golpe de estado en la agrupación.
Al margen de Álvare de Eulate, ha habido también algún otro ‘daño colateral’.
Fueron 18 las personas que firmaron el manifiesto en el que pedían mi dimisión, la del delegado territorial y casi la de Albert Rivera. De todas ellas, 16 ya han sido expulsadas al no llevar afiliados más de seis meses. A las otras dos, entre los que está Silvia, se les ha abierto un expediente, ya que tienen una antigüedad superior.
Se ha llegado a utilizar la palabra tránsfuga…
“Alvarez de Eulate firmó una carta ética en la que se comprometía a devolver el acta en estos supuestos”
“Alvarez de Eulate firmó una carta ética en la que se comprometía a devolver el acta en estos supuestos”
Es un término delicado. En el Pacto Antitransfuguismo se habla del tranfuguismo como deslealtad política, aunque se hace hincapié en el cambio de mayorías. En este caso, su voto ‘per se’ no iba a cambiar nada, pero lo que está claro es que no votó en favor de su propia líder y eso, al final, es una deslealtad política, lo que debería haber provocado que el resto de partidos la dejara fuera, cosa que no han hecho. No se ha comportado como se tiene que comportar con su grupo y no ha devuelto un acta que aunque es suya por derecho entendemos que no le corresponde al haber firmado una carta ética en la que se comprometía a devolverla en este tipo de supuestos.
Entiendo que el objetivo es forzar su marcha por decisión propia, puesto que legalmente no pueden obligarla.
Se le ha incoado expediente y se le ha suspendido de afiliación en tanto en cuanto se resuelva el mismo. A partir de ahí, yo espero que se la expulse, ya que ha incumplido los estatutos. Sin embargo, el acta es personal y no podemos exigir que nos la devuelva. Lo que sí que podemos pedir es que cumpla la carta ética que ella misma firmó.
¿Confían en que cumpla esa carta ética?
No.
Entonces, ¿asumen que la situación va a permanecer como hasta ahora durante los próximos cuatro años?
Ella misma ha dicho que no lo va a hacer, aunque siempre puede cambiar de opinión. En ese escenario, insisto en que si el resto de fuerzas políticas también la arrinconan, ella misma puede dar el paso. Pero como el resto de formaciones le han dado su apoyo, suponemos que aprovechará el acta.
En caso de que renunciara, ¿quién entraría en su lugar?
Sería Pedro Ángel Alonso, que era el número cinco en la lista y es de los que lleva ya mucho tiempo en el partido. Además, es economista y nos vendría de fábula tenerle al lado.
¿Qué imagen cree que está trasladado este conflicto?
“Los más perjudicados con toda esta historia somos nosotros”
“Los más perjudicados con toda esta historia somos nosotros”
Muy mala. Al final, los más perjudicados con toda esta historia somos nosotros. Para empezar, ha dejado el grupo con un concejal menos, con todo lo que ello conlleva en términos de representación en las comisiones y en los consejos de administración de los organismos autónomos y gerencias, así como en términos de financiación del partido. A todo eso se le suma, además, el perjuicio que nos ha ocasionado en imagen y en bienestar. Yo entiendo que es difícil trasladar a la opinión pública toda esta situación, pero la realidad es que hemos tenido que emprender una limpieza del partido desde diciembre. Somos una agrupación tan pequeña que venía la tuna de la universidad y se hacía con el control del partido.
¿Se da por satisfecha con la organización municipal o han quedado asuntos pendientes?
No, porque se nos ha quitado representación. Siendo tres concejales nos tenemos que repartir todas las comisiones, consejos de administración, etc… Además, hemos renunciado a las dedicaciones exclusivas y todos seguimos trabajando. Curiosamente, a Silvia le han otorgado casi el mismo peso que a nosotros, que somos tres concejales. Ese criterio también se ha aplicado a la hora de contratar a un eventual de apoyo, que no puede tener la jornada completa. Si somos tres, deberíamos ser tres para todo, por lo que Silvia no debería haber tenido la representación que tiene, sino la proporcional al ser una entre 27 concejales. Nos han aplicado dos criterios diferentes que al final nos han perjudicado. También hemos pedido que se eliminara Parkmusa, Proyecta Burgos, así como salir de la Asociación Plan Estratégico. Hay muchas cosas que todavía están en el aire y otras muchas que se determinan en la Junta de Gobierno, por lo que no vamos a poder decir nada.
¿No hay nada positivo?
“Nosotros hemos empezado a hablar de temas de los que nunca se había hablado”
“Nosotros hemos empezado a hablar de temas de los que nunca se había hablado”
Sí, claro. Nunca antes se había hablado de la posibilidad de que entrara la oposición en la Junta de Gobierno. Ni siquiera se concebía. Ahora, por lo menos, ha empezado a hablarse de ello, aunque al final no hayamos entrado porque nos ofrecían voz, pero no voto. Además, las tres fuerzas de la oposición estamos de acuerdo en que vamos a promover una modificación integral del Reglamento de Organización (ROF). También se ha comenzado a hablar de concejalías liberadas y el PP ha accedido a quedarse sólo con dos, algo inconcebible hasta ahora. El pequeño mérito que podemos tener es haber empezado a hablar de temas de los que nunca se había hablado.
¿Esperan ser una fuerza determinante para la gobernabilidad del Ayuntamiento?
Por supuesto. Las matemáticas son cabezonas. Hacen falta 14 concejales para sacar los acuerdos que necesiten de una mayoría absoluta, y en ese escenario, hacemos falta todos los partidos.
Tal y como ya le preguntamos tanto a Daniel de la Rosa como a Raúl Salinero, ¿contemplan una moción de censura esta legislatura? (La entrevista se realizó antes de que el partido lanzara un aviso a navegantes)
En ningún momento hemos hablado de esa posibilidad. Yo también creo que no sería lo ideal, pero tengo la sensación personal, que puede estar basada en la inexperiencia, que tanto PSOE como Imagina están buscando un desgaste continuo del Equipo de Gobierno para justificar un paso adelante en un momento determinado. No me extrañaría que pasadas las elecciones generales hubiera un movimiento en ese sentido. No obstante, siempre cabe la posibilidad, la diferencia es que que ahora podría llegar a ser viable según las circunstancias.