Izquierda Unida apuesta por “remunicipalizar” los servicios públicos

Los concejales de la coalición trabajarán para acabar con las externalizaciones y devolver al ciudadano la gestión municipal

El responsable federal de Política Municipal insiste en la necesidad de realizar auditorías de cuentas, compras y privatizaciones

Manuel Fuentes ve las elecciones generales como el momento de que la unidad popular de calle tome las instituciones

Izquierda Unida apuesta por “remunicipalizar” los servicios públicos Velasco, Fuentes y San Martín, tras la jornada. PCR

Cambia la forma de hacer política. La participación ciudadana se materializa en presencia directa en las instituciones. Es el momento de luchar por una recuperación de las administraciones, para que estén al servicio de los ciudadanos, y por una “remunicipalización” de los servicios públicos. Al menos es el planteamiento con el que Izquierda Unida afronta este nuevo mandato político, a través de sus concejales en la provincia y de los diputados con los que Imagina Burgos ha entrado en la Diputación.

Unos y otros han participado esta mañana en una jornada de cargos públicos, organizada por el Consejo Político Provincial, y que ha contado con la presencia de Manuel Fuentes, el responsable federal de Política Municipal. Fuentes se ha acercado a Burgos, en una ronda de contactos nacional, para “unificar criterios” en ayuntamientos y diputaciones y asesorar a los nuevos cargos políticos de Izquierda Unida. Cómo poner en marcha los presupuestos participativos, la fiscalización progresivas o los programas de empleo, han sido algunas de las cuestiones analizadas.

Servicios realmente públicos

Pero, sobre todo, se ha hablado de recuperar para los ciudadanos la gestión municipal. Y se debe comenzar, no sólo por facilitar la participación del pueblo en las instituciones, sino también por conseguir que los servicios públicos vuelvan a estar controlados directamente por los municipios. Dar carpetazo a las externalizaciones, porque eso ayudará a que dichos servicios se presten con más calidad y de manera más eficaz, a juicio de Fuentes. Al mismo tiempo, se “generará economía”, y es que los criterios de adjudicación a la empresa privada tienen en cuenta al coste global del servicio, pero no otras cuestiones como el empleo.

IU quiere “atajar” la corrupción, sobre todo la que está en la “sombra”, la que se ampara en lo “alegal”

Desde la oposición, y siendo conscientes de sus limitaciones, los concejales y diputados de Izquierda Unida trabajarán durante los próximos cuatro años en un defensa de los servicios públicos, para conseguir esa “remunicipalización” de la gestión, y en la elaboración de auditorías en ayuntamientos y diputaciones. Auditorías no sólo contables, ha explicado Fuentes, sino también aquellas que ayuden a saber cómo se han privatizado servicios públicos, si las compras se han regido por los precios de mercado y si todas las operaciones han cumplido con la ley.

Unidad popular

El responsable federal de Política Municipal reconoce que, a pesar de haber obtenido los segundos mejores resultados de su historia, sus cargos políticos lo tienen difícil a la hora de interferir en las administraciones, sobre todo en aquellos casos en los que su representación es reducida. Sin embargo, Manuel Fuentes ha insistido en que vivimos un “nuevo tiempo”, en el que la política es menos institución y más participación ciudadana, y no se descarta la moción de censura, “instrumento legal” del que siempre dispone la oposición, pero que debe utilizarse sólo en defensa de los intereses de los ciudadanos, y “argumentándola”.

Además, Izquierda Unida está ahora embarcada en un nuevo proyecto político, de cara a las elecciones generales de final de año, para que “la unidad de popular pase de protagonizar las calles a protagonizar las instituciones”. Más poder al pueblo, desde dentro del propio sistema, con tres objetivos fundamentales: poner la economía al servicio de la sociedad, y no de los “mercaderes financieros”; “rescatar” a las personas que peor lo están pasando; y “dignificar” las instituciones, “atajando” la corrupción, tanto la visible como la que se encuentra en “sombra”, para que el límite no sólo esté en la legalidad, sino también en la ética.