Adiós a los Sampedros “más participativos” de los últimos años
El buen tiempo vivido en los últimos diez días ha sido el mejor animador de unas fiestas que se han cerrado hoy con una buena nota
Todos los grandes actos han obtenido una respuesta multitudinaria
El regreso de los sanjuaneros de Miranda fue el toque especial
Las fiestas de San Pedro y San Pablo de este año han sido las “más participativas” de los últimos años. Lo ha dicho hoy el alcalde, y aunque suena a tópico -lo repite todos los años-, en este caso es verdad. Por primera vez en mucho tiempo, los burgaleses han podido dejar la chaqueta en casa para disfrutar del ‘sueño de una noche de verano’ y todas y cada una de las actividades programadas han sido un éxito, en mayor o menor medida.
Las medidas de seguridad de los fuegos provocaron dos contratiempos
Las medidas de seguridad de los fuegos provocaron dos contratiempos
Prueba de ello han sido los multitudinarios conciertos ofrecidos por Celtas Cortos, Arizona Baby o La Moda, que con el paso del tiempo se han convertido en auténticos profetas en su tierra. También la feria de tapas, las sesiones de fuegos artificiales, las verbenas y las actividades infantiles han contado con la participación de miles de personas. Y todo ello sin dejar de lado los actos más tradicionales, como el pregón, que congregó a una auténtica multitud en la Plaza Mayor, el Desfile de Peñas o la Ofrenda Floral, en la que el calor, tantas veces demandado en estas latitudes, se cobró su particular venganza.
Mención especial se merece ese retorno a los orígenes de la fiesta con el hermanamiento entre San Pedro y San Juan del Monte. Dos centenares de sanjuaneros mirandeses regresaron a Burgos varias décadas después para participar de manera directa en el lanzamiento de la Bota, una cita que a buen seguro irá ganando adeptos con el paso del tiempo.
Además, los diez días festivos se han llevado a cabo con total “normalidad”. Obviamente no han faltado alguna intoxicación etílica, varios sustos en forma de heridas, algún desvanecimiento y muchas toneladas de basura, pero lidiar contra todo eso es harina de otro costal. El civismo se trabaja día a día, y a veces, lamentablemente, brilla por su ausencia.
Seguridad
Sin embargo, el acta de incidentes está prácticamente impoluta, a diferencia del año pasado, cuando el accidente de los fuegos artificiales empañó la celebración de las fiestas. De hecho, las nuevas medidas de seguridad puestas en marcha por el Ayuntamiento a raíz de ese accidente motivaron uno de los quebraderos de cabeza de este año. Y es que, Pirotecnia Pablo, encargada de organizar la última sesión de los fuegos no pasó el examen y tuvo que suplirla la Pirotécnica Xaravia. Asimismo, la Guardia Civil requisó material caducado jornadas anteriores.
Al margen de esas dos intervenciones, las fiestas de este año pueden darse por concluidas con una buena nota. Habrá que ver si el próximo año rescatamos la rebequita del armario y volvemos a la normalidad o seguimos viviendo ese ‘sueño de una noche de verano’.