¡Atención, radar móvil! Tramo peligroso
El jefe provincial de Tráfico recuerda que 40 tramos de carreteras burgalesas cuentan con los radares móviles permanente
Forman parte de un proyecto piloto para concienciar a los conductores sobre la necesidad de extremar la precaución
Las patrullas de la Guardia Civil son perfectamente visibles, porque los “controles” no tiene un afán recaudatorio
Con fines preventivos y disuasorios, la Guardia Civil mantiene instalados cerca de 40 radares móviles en parado en otros tantos tramos de carreteras secundarias de la red burgalesa. El proyecto piloto, en el que participan otras provincias españolas, busca concienciar al conductor sobre la necesidad de extremar la precaución y respetar las normas de circulación siempre, pero sobre todo en aquellos puntos que son más susceptibles de accidente. Aunque la intervención se puso en marcha en mayo, el jefe provincial de Tráfico aprovecha el inicio de la Operación ‘Verano 2015’ para recordárselo a los conductores.
Y es que algunos de los tramos señalados en la provincia burgalesa corresponden a las vías de mayor afluencia de vehículos, como N-I, N-234, N-120, N-122, CL-629 o CL-627. Sin embargo, la DGT no ha escogido los tramos sólo atendiendo a un criterio de volumen de circulación, sino que ha tenido en cuenta la concentración de accidentes, la peligrosidad de la vía o, recuerda Raúl Galán, si son puntos en los que se detectan excesos de velocidad recurrentes. Todas estas variables se han introducido en el sistema informático y, tras el “batido”, se ha obtenido una lista de casi 40 tramos de carretera que conviene vigilar de cerca.
Visibles
Los radares no están escondidos detrás de un arbusto ni camuflados
Para ello, la Guardia Civil ha instalado radares móviles permanentes, bien visibles, insiste Galán. Se quiere erradicar la imagen del “guardiacivil escondido tras un arbusto” o la idea de que los controles de velocidad sólo tienen un afán recaudatorio. Así que los radares no sólo están visibles sino que, además, la lista completa de su ubicación se puede consultar en la web de la DGT. El proyecto afecta únicamente a carreteras secundarias, tanto vías provinciales como autonómicas y nacionales. Se libran las autovías y autopistas, que continúan con los radares fijos, los móviles y el Pegasus.
El jefe provincial de Tráfico reconoce que aún es pronto para valorar cómo está funcionado la medida, pero el objetivo final es conseguir que el conductor asuma que determinados tramos de carretera son peligrosos, respete los límites de velocidad y conduzca de una manera más prudente. Mientras la Guardia Civil y la DGT no detecten que un tramo es seguro, el radar se mantendrá en su sito. Eso sí, teniendo en cuenta que el índice de tramos está “vivo”, puesto que se revisa permanentemente, pueden aparecer nuevos puntos con patrullas de la Benemérita.
Subida de la siniestralidad
El recordatorio, y la operación especial de tráfico, coinciden con la publicación de los datos de siniestralidad vial durante los primeros seis meses del año. En la provincia se han duplicado las muertes en carretera, con 12 fallecidos frente los 6 del pasado 2014. Un dato muy negativo, reconoce Raúl Galán, al mismo tiempo que recuerda que el pasado año fue especialmente bueno en cuanto a siniestralidad, o todo lo bueno que puede ser cuando se habla de muertos. De todos modos, la provincia continúa en su progresión a la baja y el jefe provincial confía en que el verano sea benévolo para “suavizar” las estadísticas.