Cadena de Favores teme no poder realizar la campaña solidaria de libros de texto

Laura Villagrasa recuerda que el año pasado utilizaron el dinero recaudado en el primer aniversario para comprar los libros

Si la ayuda municipal de 15.000 euros no llega, podrían tener que utilizar esos fondos para pagar el alquiler y las facturas

La presidenta asegura que no van abandonar, porque es una cuestión de “dignidad y orgullo”, y los compromisos deben cumplirse

Cadena de Favores teme no poder realizar la campaña solidaria de libros de texto Cadena de Favores continúa con sus mercadillo. BC

Cadena de Favores continúa esperando la firma del convenio de colaboración con el Ayuntamiento de Burgos, por el que se le entregarán 15.000 euros destinados al pago del alquiler de la nave y las facturas derivadas de su acondicionamiento. El alcalde, Javier Lacalle, asegura que se acaban de introducir las últimas modificaciones, por lo que el documento debería haberse enviado ya a Intervención. En cuento se autorice la partida presupuestaria, reservada para tal fin, se procederá a la formalización de la ayuda. “Llegar va a llegar”, insiste, porque ese es el compromiso adquirido personalmente por el alcalde.

Sin embargo, Laura Villagrasa no sabe nada al respecto. Es más, desde Alcaldía no responden a sus correos electrónicos, ni siquiera al que envió a finales de mayo, y en el que se incluía la última documentación solicitada, papeles como estatutos o facturas. Así las cosas, Cadena de Favores continúa organizando sus mercadillos solidarios, con los que busca conseguir fondos para pagar la luz y así evitar que se la corten, lo que daría al traste con el servicio de nevera del que disponen y que sirve para almacenar toda la carne y los productos frescos que donan empresas y particulares hasta su distribución por familias.

Libros de texto

Cuentan con 500 euros recaudados en Zurbarán y algunos donativos de particulares

Villagrasa está especialmente preocupada por la campaña de ayuda para la compra de libros de texto. Y es que no tienen dinero para afrontarla, aunque sí están recogiendo solicitudes de los padres. De momento cuentan con escasos 500 euros, conseguidos del mercadillo de la Barriada Zurbarán. Tienen intención de organizar otro en Gamonal, aunque lo harán una vez pasen los Sampedros, y esperan poder completar los fondos con lo que se recaude durante los actos de celebración del aniversario. Sin embargo, esta última alternativa depende de si llega la ayuda municipal o no.

La presidenta de Cadena de Favores recuerda que los 15.000 euros del Ayuntamiento sólo se pueden utilizar para pagar el alquiler de la nave donde se almacenan los donativos y otros gastos derivados de su utilización y acondicionamiento. Si se utilizase lo recaudado en el aniversario (el año pasado fueron alrededor de 1.000 euros) para pagar esa deuda, luego no tendrían dinero para afrontar la campaña de libros de texto, y la ayuda municipal no se podría destinar para ese fin. Así que están con las manos atadas, sin saber qué hacer, mientras la deuda sigue creciendo.

Orgullo y dignidad

En estos momentos, Cadena de Favores ya adeuda doce mensualidades a los propietarios de la nave, a razón de 300 euros por mes, más parte de las facturas del electricista y el albañil. Para cuando llegue el convenio se habrá cumplido un año desde que Javier Lacalle les hizo la promesa de ayudarles (17 de junio de 2014), ante su petición de cesión de un espacio municipal para almacenar todos los donativos. Dicho convenio será de carácter retroactivo, es decir, servirá para pagar la deuda contraída entre julio de 2014 y julio de 2015, así que el Ayuntamiento tendrá que comenzar a preparar el siguiente, si no quiere que la situación se repita.

Laura Villagrasa reconoce que han estado tentados de abandonar, pero ahora es “una cuestión de dignidad y orgullo”. La presidenta asegura que “no es justo” que tengan que estar utilizando donativos para pagar facturas, cuando el problema deriva de un compromiso adquirido unilateralmente por el alcalde. Fueron a pedirle un local y salieron con una nave en Inbisa, bajo la premisa de que contarían con una subvención para hacer frente a todos los gastos. Un año más tarde, esta ayuda no ha llegado, aunque siga siendo una “prioridad” para Lacalle.