Visibilidad y diferenciación, claves de la búsqueda de empleo 3.0

Una veintena de profesionales burgaleses participan desde el 27 de mayor en la Lanzadera de Empleo de Burgos

Una “coach” les enseñará a potencia sus capacidades, aprovechar sus experiencias o desarrollar una marca personal

Se analizarán los nuevos modelos de búsqueda de empleo, con internet y las redes sociales como principales focos

La iniciativa de la Fundación Santa María La Real también se desarrolla en Aranda y Miranda, donde aún quedan plazas

Visibilidad y diferenciación, claves de la búsqueda de empleo 3.0 Visita institucional a los participantes de las lanzaderas. PCR

Diseñadores, ingenieros de medio ambiente, administrativos, exempleados de banca, profesionales del turismo… Perfiles muy variados presentan los 20 participantes de la Lanzadera de Empleo de Burgos, un proyecto público-privado para “acompañar a los desempleados en la búsqueda de trabajo”, desarrollado por la Fundación Santa María La Real. Desde el pasado 27 de mayo, el grupo seleccionado en la capital se reúne diariamente en las instalaciones del Teatro Principal para, bajo la coordinación de Montse Burgos, mejorar sus aptitudes y actitudes frente a la búsqueda de empleo.

Las lanzaderas son “una empresa colaborativa” formada por un equipo de desempleados “voluntarios, activos, visibles y solidarios”, explica José María Pérez ‘Peridis’, director de la Fundación. Se trabaja con personas, profesionales con nombres y apellidos, con experiencia profesional, muy bien formados, pero que tienen dificultades para encontrar empleo. La demanda es superior a la oferta, así que toca diferenciarse, aprovechar nuestras capacidades (sobre todo aquellas que no sabemos que tenemos), arriesgar y cambiar el chip en la búsqueda de empleo.

Grupos de trabajo

El proyecto, con dos años de andadura, se basa en la mecánica del trabajo en equipo. Los profesionales se dividen en diferentes departamentos, siguiendo el diseño de las empresas, en función de sus intereses. En el caso de la Lanzadera de Burgos se han creado las áreas de Diseño y Creatividad, Empleabilidad, Comunicación, Formación y Emprendimiento, según explica Montse Burgos. Ella es la “coach” o entrenadora, la que coordina el programa (con una duración de 5 meses), ofrece asesoramiento e instruye en el desarrollo de mecanismos emocionales que ayuden al objetivo final: conseguir un empleo.

Se han creado diferentes grupos de trabajo, vinculados con la creatividad, la comunicación o el emprendimiento

Se organizan sesiones formativas (algunas impartidas por los propios compañeros), se realizan talleres de coach individual y en grupo, se trabaja sobre la marca personal o la búsqueda de empleo 3.0 (internet y redes sociales), se ofrecen las claves para  afrontar un proceso de selección o se hacen intermediaciones laborales. Los participantes se marcan objetivos personales, y en grupo, y entre todos se ayudan a conseguirlos. Las lanzaderas apuestan, sobre todo, por un cambio de actitud que permita, con las herramientas adecuadas, encontrar el esquivo puesto de trabajo.

Alta inserción laboral

Y de momento, el proyecto de la Fundación Santa María La Real está teniendo mucho éxito. La media de inserción laboral es del 70 por ciento, en los cinco primeros meses tras salir del programa. Durante los dos años que lleva en marcha la iniciativa, en España se han creado 130 lanzaderas de empleo. En Sevilla las llaman las “lanzaderas de la suerte”, reconoce Peridis, puesto que casi todo el que participa en ellas encuentra un trabajo o se lanza, con éxito, a la aventura del emprendimiento. En Burgos se están desarrollando tres proyectos: Burgos, Aranda y Miranda.

Se cuenta con la colaboración de los tres ayuntamientos, que se han encargado de facilitar el proceso de selección de los participantes y las instalaciones en las que organizar las actividades. Además, la Fundación Caja de Burgos y la Obra Social ‘la Caixa’ han aportado una ayuda de 84.000, que permite del desarrollo de las tres iniciativas. En Burgos se llegaron a recibir hasta 110 solicitudes, lo que obligó a un exhaustivo proceso de selección. Sin embargo, en Aranda y en Miranda todavía quedan plazas libres, y para apuntarse basta con acercarse hasta sendos ayuntamientos o inscribirse a través de la web del proyecto.