El Consejo de Cuentas detecta varios fallos en la organización de la UBU
El Consejo de Cuentas de Castilla y León detecta varios fallos de contabilidad y organización interna en su informe sobre la fiscalización de la UBU
También detecta un “sobredimensionamiento” en el profesorado de Ciencias
Un tirón de orejas. El Consejo de Cuentas de Castilla y León acaba de emitir el informe sobre la fiscalización de la organización de la Universidad de Burgos poniendo de manifiesto varios fallos de mayor o menor relevancia en diferentes áreas. Sin duda, el apartado más importante tiene que ver con la contabilidad de diferentes gastos e ingresos. Entre otras cosas, el informe, que ha estudiado la evolución del ejercicio 2012, asegura que “la universidad no aprobó, con carácter previo al presupuesto de 2012, ni tampoco en los posteriores, el límite máximo de gasto de carácter anual, exigido con la entrada en vigor del Real Decreto-ley 14/2012 de medidas urgentes de racionalización del gasto público en el ámbito educativo”.
Además, los presupuestos de 2012 se aprobaron a principios de noviembre de ese mismo año, lo que implica que el presupuesto fue prorrogado respecto al ejercicio anterior, una situación que, según destaca el Consejo de Cuentas, se ha venido repitiendo con demasiada frecuencia en la última década.
Aún así, una vez analizada la ejecución presupuestaria, el Consejo constata que “la elaboración, aprobación, ejecución del presupuesto y rendición de cuentas se desarrolla, con carácter general, con arreglo a la legalidad aplicable, y las cuentas anuales muestran la imagen fiel del patrimonio, de la situación financiera, del resultado económico-patrimonial y de la ejecución del presupuesto”. Eso al menos en términos generales, puesto que como se ha visto, existen varias deficiencias.
También las hay en otros ámbitos totalmente diferentes, como el de la igualdad. Y es que, a pesar de que la universidad dispone de una Unidad de Igualdad y de un Plan de Igualdad, “no cumple la normativa para la igualdad efectiva de hombres y mujeres en lo concerniente a la composición de los órganos colegiados de carácter general”.
Por su parte, el Consejo de Cuentas también llama la atención en torno al “sobredimensionamiento del profesorado en relación al número de créditos impartidos” en la Facultad de Ciencias y al modelo de gratificaciones e incentivos por jubilación anticipada y otras contingencias.
En este sentido, el organismo fiscalizador indica que “estos incentivos tienen la consideración de compromisos por pensiones, por lo que deben ser objeto de cobertura, bien mediante la dotación de fondos internos, bien mediante planes de pensiones, contratos de seguro o una combinación de ambos. Sin embargo, la UBU financia dichos pagos con cargo al presupuesto de gastos del ejercicio en el que tienen lugar las referidas contingencias, sistema que impide comprobar si la cantidad que anualmente debería aportarse para poder pagar en un futuro esos compromisos supera o no los límites establecidos por las leyes presupuestarias”.