El Ayuntamiento reforzará la seguridad en los espectáculos de fuegos artificiales
Los cañones de lanzamiento irán anclados a estructuras metálicas que evitarán desvíos en los ángulos de proyección
Se busca evitar que, ante una explosión incontrolada de uno de los fuegos, los cañones circundantes se vean afectados
Fernando Gómez asegura que el Plan de Emergencias fue correcto y las distancias de seguridad las adecuadas
Las empresas pirotécnicas participantes en el concurso internacional de fuegos artificiales, organizados con motivo de las Fiestas de San Pedro y San Pablo 2015, tendrán que utilizar una serie de estructuras metálicas específicas que sirvan de “anclaje fijo” para los cañones de lanzamientos de los fuegos. La medida ofrecería un “plus de seguridad” a los espectáculos festivos, y servirá para evitar que, en caso de una explosión fortuita o incontrolada de uno de los proyectiles, alguno los cañones circundantes desviase su trayectoria, saliendo de la zona de seguridad.
En principio, este sería el cambio más destacado en el Plan de Emergencias y Seguridad del Ayuntamiento de Burgos, tras el accidente pirotécnico que provocó heridas a 24 espectadores la noche del 29 de junio de 2014. El presidente del Instituto Municipal de Cultura y Turismo, Fernando Gómez, fiel a la postura que ha mantenido el Consistorio en el último año, defiende el protocolo de seguridad establecido para los espectáculos festivos, si bien reconoce que se ha optado por introducir alguna variación, de cara a “minimizar” los riesgos.
Evitar repeticiones
El protocolo añade un “plus de seguridad” por decisión de los propios técnicos municipales
Los cañones estarán anclados, lo que les otorgará mayor estabilidad y obligará que ampliar la separación entre los diferentes espectáculos pirotécnicos. De este modo, si se produce algún fallo en uno de los fuegos, los de alrededor no se verán afectados. Y es que, de acuerdo con el informe de los TEDAX, la causa más probable del accidente del pasado año sería un “estallido incorrecto” de uno de los proyectiles dentro de su cañón de lanzamiento, que habría provocado la pérdida de verticalidad de los caños circundantes. Así uno de los fuegos acabó impactando contra los espectadores del Puente de San Pablo.
Gómez aseguraba que con este informe, en el que también se ponía de manifiesto que parte del material pirotécnico afectado por el accidente estaba caducado y era de origen chino (lo que contraviene la normativa), se eximiría de responsabilidad al Ayuntamiento de Burgos. Para el Equipo de Gobierno esa responsabilidad ha recaído siempre en la empresa, Hermanos Ferrández, por incumplimiento de normativa, e incluso en la Subdelegación del Gobierno, que es la encargada de garantizar que los espectáculos pirotécnicos son seguros.
Protocolos estrictos
En el Ayuntamiento insisten en defender los protocolos y culpar a la pirotécnica
Así las cosas, el presidente del IMC insiste en que el Plan de Seguridad y Emergencias fue el correcto. Las distancias de seguridad establecidas estaban de acuerdo con la normativa, y así lo demostraron diferentes informes de Protección Civil y Policía Local. No se entra a valorar la polémica suscitada por la oposición, precisamente sobre el hecho de si en el disparo afectado se respetaron las distancias de seguridad, o si los cálculos realizados por Protección Civil fueron los correctos. De ahí que, salvo seguir trabajando para “minimizar” riesgos, el protocolo de 2015 no variará en exceso.
La zona de disparo se incrementará, puesto que las estructuras obligan a dejar más separación entre los cañones, y eso amplía este área, pero los espectadores podrán seguir disfrutando de los fuegos de los mismos lugares que lo han hecho hasta ahora, insiste Gómez. Estos cambios sólo obligarán a la que la zona de seguridad se amplíe 4 metros en la Plaza Mayor, a donde ya llegaba el radio de protección de años anteriores, recuerda el concejal. Y es que durante el disparo el Paseo del Espolón, las terrazas que lo ocupan y algunas de la Plaza Mayor, como la del Casino, permanecen cerradas por seguridad.
Este año el cierre afectará a alguna terraza más de la Plaza Mayor y también a unas cuantas casetas de la Feria de Tapas, pero nada fuera de lo ordinario, insiste Fernando Gómez. Las medidas y los protocolos de seguridad son ya muy “estrictos”, recuerda. Se sigue lo que marca la ley, existen inspecciones, y si se introduce algún cambio en la normativa, también se aplica a nivel local. De todos modos, garantizar un cero de posibilidades de ocurrir un accidente es imposible, aunque ese sea el objetivo con el que se trabaja.