Caja Rural prevé que la economía burgalesa crezca un 3,4% en 2015
El Boletín de Coyuntura Económica de Cajaviva Caja Rural plantea un muy buen comportamiento de la economía burgalesa durante este ejercicio
Todos los sectores generan empleo, excepto la Agricultura, aunque los niveles de paro seguirán siendo muy elevados a medio plazo
La Industria sigue siendo uno de los principales pilares de la economía burgalesa
Buenas previsiones. El último Boletín de Coyuntura Económica elaborado por Cajaviva Caja Rural plantea un escenario de recuperación paulatina de la economía que se verá refrendado a lo largo de los próximos meses hasta alcanzar un crecimiento superior al 3 por ciento al finalizar el ejercicio. De hecho, las últimas revisiones apuntan a un crecimiento de hasta el 3,4 por ciento, lo que supondría, sin ningún lugar a dudas, del mejor dato reflejado por la economía burgalesa desde que estallara la crisis.
Los responsables del informe aseguran haberse encontrado con “datos que sorprenden gratamente”
Los responsables del informe aseguran haberse encontrado con “datos que sorprenden gratamente”
En este sentido, José María Calzada, uno de los principales artífices del Boletín, asegura que durante la fase de recopilación de información se han encontrado con “datos que sorprenden gratamente” en torno a la evolución de la economía burgalesa durante los últimos meses. Algunos de ellos, incluso, han superado los registrados en el conjunto del territorio nacional, a pesar de que la economía burgalesa habitualmente evoluciona con cierto retraso respecto a la del resto del país. No en vano, la provincia empezó a sufrir los efectos de la crisis más tarde y hasta ahora parecía que le estaba costando más que al resto mejorar su evolución.
Así, por ejemplo, se ha destacado un buen comportamiento en el sector Servicios, que crece un 3,22 por ciento en términos laborales. Por subsectores, en Burgos está registrándose un crecimiento muy importante de las actividades inmobiliarias (12,3 por ciento) y de las administrativas (9 por ciento), lo que implica una buena base de cara al futuro, según Calzada. Peor comportamiento respecto a los datos nacionales están teniendo los sectores de la Construcción, en el cual se crea empleo por primera vez desde el estallido de la crisis (2,71 por ciento); de la Agricultura, el único que ha perdido empleo (-1,36 por ciento) y de la Industria (0,43 por ciento).
Sin embargo, este último sector, que ha sido objeto de un análisis más profundo en el Boletín de Coyuntura Económica, está sujeto a las peculiaridades territoriales. Y es que, aunque la actividad y el empleo han crecido muy por debajo de la media nacional, Burgos sigue siendo con diferencia una de las provincias más industrializadas de España. El peso del sector en términos laborales es del 22 por ciento dentro del conjunto de la economía, un ratio 10 puntos superior a la media española y muy similar al registrado en los países referentes en este aspecto, como Alemania.
Ese gran peso específico viene refrendado fundamentalmente por la presencia de industrias metalúrgicas (33 por ciento del total de trabajadores) y agroalimentarias (28 por ciento del total) referentes para la economía nacional, que permiten que Burgos sea la segunda provincia detrás de Álava que más trabajadores industriales tiene en relación a su población.
Empleo
Sin embargo, estos “buenos datos” todavía deben verse refrendados en el ámbito laboral, y ahí hay “más dudas”. No en vano, según todos los análisis, la recuperación del empleo a niveles previos a la crisis va ser mucho más lenta y se basará, en todo caso, en que la evolución de la economía siga siendo positiva. De momento, sobre la mesa ya hay buenos datos. Tanto en España como en Castilla y León y Burgos se ha invertido la tendencia y lejos de destruir empleo se ha comenzado a crear, aunque a un ritmo inferior al deseado. Otra cosa es la calidad de ese empleo, un aspecto que el Boletín de Coyuntura Económica no ha entrado a valorar por la simple complejidad que conllevaría ese estudio.
Lo que está claro, al menos para los responsables del informe, es que la tendencia es positiva y ya hay datos suficientes como para confirmar que la economía burgalesa comienza a funcionar de nuevo a velocidad de crucero después de 7 años en los que el cierre de empresas (más de 1.700 en la provincia) ha sido la tónica dominante. A partir de aquí, será “fundamental” seguir trabajando en aspectos como el i+D+I, la “flexibilidad laboral”, la mejora de la competitividad y el fomento de las actividades estratégicas.