Ojo Guareña: Las entrañas más profundas de la vieja Castilla

La ermita de San Bernabé, las cuevas y el sumidero del Guareña conforman un espectacular paisaje en la provincia

En el interior del complejo kárstico se dan especies de invertebrados únicas en el mundo

La Merindad de Sotoscueva toma su etimología del origen de Ojo Guareña

Ojo Guareña: Las entrañas más profundas de la vieja Castilla Entrada a San Bernabé. BC

Un mini planeta de vivos colores que no ha sido mancillado por la luz del sol se extiende por el subsuelo de toda la Tierra. Pero hay lugares en los que alcanza un especial brillo. Una luz de la que no goza, pero que la tiene. Un espacio ciego lleno de color. El interior de la tierra lo guarda con celo, por ello, quizá, ha perdurado por los siglos de los siglos.

Ojo Guareña es ese lugar privilegiado, en el que la mano del hombre no ha penetrado con fuerza. Por eso es casi virgen en tantos tramos y constituye una de las primeras bellezas naturales de este lugar al que llaman planeta Tierra. Y desde la superficie, las vistas desde Mirador Alto Concha, Mirador de Retuerta o el Mirador Pico del Cuerno son espectaculares.

Antaño, y hasta no hace mucho, este lugar fue la sede del Ayuntamiento, hasta que fue trasladado a la vecina localidad de Cornejo. Este pueblo, junto con Cueva, Villamartín o Quintanillla del Rebollar forman un conjunto etnográfico y cultural único. Para conocerlo un poco más hay que ser testigo en primera persona de lo que allá puede acontecer. Ojo Guareña combina la belleza interior de la tierra y la exterior.

En este lugar el río se precipita al interior de la cueva. BC

En este lugar el río se precipita al interior de la cueva. BC

La montaña acampana el valle del río Guareña antes de que se precipite en el interior de la cueva y explote en millones de gotitas de agua minúsculas que recomponen el río pero ya en el interior de la tierra. Las entrañas de la cueva se embarazan de agua. Porque el río regresa al útero de la tierra y Ojo Guareña retoma la vida cuando la cavidad se lo traga.

Espacio natural

El espacio natural de Ojo Guareña constituye un complejo kárstico de importancia internacional y tiene más de 100 kilómetros de recorrido subterráneo. Es la mayor cavidad de España y una de las de mayor desarrollo del mundo. El complejo kárstico fue declarado Monumento Histórico Artístico en 1970; en 1991, Bien de Interés Cultural (BIC); y en 1996, Monumento Natural. En el Complejo Kárstico se han hallado 195 especies diferentes de fauna de las que 34 son endémicas y 32 nuevas para la ciencia. Estos descubrimientos convierten al sistema en un auténtico punto caliente de biodiversidad, de gran importancia, tanto nacional como internacional.

Algunas especies que se han descrito son nuevas para la ciencia, como las batinelas , ‘Iberobathynella guarenensis’, ‘ Iberobathynella burgalensis’ e ‘ Iberobathynella cornejoensis’; los oligoquetos, ‘Gianius navarroi’ e ‘Isochaetides gianii’ o los oribátidos, ‘Steganacarus ortizi’ y ‘Ceratozetes simulator’.

Desde los tiempos más remotos, este lugar ha sido santuario, lugar de poder; un espacio mágico. El hombre de entonces descubrió que tenía un encanto especial. Las rocas se cierran y abrazan al río Guareña cuando se desprende. Y eso le llamó la atención a aquel poblador. Desde ese momento se convirtió en magia.

Y lo es porque alberga una mini fauna de invertebrados única en el mundo, algunas de ellas nuevas descripciones. En Ojo Guareña es posible seguir con claridad la evolución histórica desde el Paleolítico Medio hasta nuestros días, un puzzle en el que aquí encontramos todas las piezas. Su riqueza en flora y fauna está acompañada por su especial cultura.

Ojo Guareña es un lugar mágico, en el que se sigue con claridad la evolución histórica desde el Paleolítico Medio

La Consejería de Fomento y Medio Ambiente quiso proponer al Complejo Kárstico de Ojo Guareña como el primer Parque Nacional Subterráneo. Así lo afirmaba el consejero Antonio Silván durante su visita a la zona de Las Merindades en 2011, donde apostó por potenciar nuestro patrimonio artístico, cultural, natural y etnográfico como elemento de desarrollo y de calidad de vida; poco o nada se sabe de ese anuncio, otra vez baldío.

Sumidero

Salpicado de fresnos, robles, álamos y algún que otro nogal, sobre todo en la parte más alta, y de avellanos, el río socava la tierra y la roca, como en otra era ya lo hiciera con las calizas más profundas, esculpiendo un valle lleno de olores y colores diversos. El paseo para conocer el Ojo del Guareña es corto. Apenas 200 metros desde la ermita de San Bernabé y el sumidero.

Los verdes oscuros embarrados… los ocres… el sonido cantarín del río, el olor a naturaleza y humedad… transforman el paisaje, y el visitante por un momento se traslada a un lugar único en el planeta. Es el sumidero del río que se precipita, sima abajo, hasta descomponerse en millones de gotitas que se recomponen una vez la cueva las fagocita.